Ataques a estación de Policía en Potrerito, Jamundí, provocan deserción de 120 estudiantes
Actualmente los directivos de la Institución Educativa Alfonso López Pumarejo ordenaron la suspensión de las clases presenciales.
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Más de 600 estudiantes de la Institución Educativa Alfonso López Pumarejo del corregimiento de Potrerito en Jamundí, Valle, se vieron obligados a iniciar clases virtuales en su casas, tras el hostigamiento registrado contra la estación de Policía de la zona durante la noche del pasado martes 11 de noviembre.
Cabe señalar, que la alteración se registró justo al anochecer, cuando finalizaba la jornada de la tarde, e iniciaban las clases de tecnología del SENA en esta institución, en ese momento, sujetos armados iniciaron las ráfagas de fusil.
Tras lo ocurrido, los directivos del colegio decidieron suspender las clases presenciales, con el fin de proteger a tanto a estudiantes como profesores, para evitar que queden en medio de las alteraciones al orden público.
"Cada que hacemos una recuperación de la infraestructura después pasa una explosión o algún otro ataque y vuelve y se deteriora, porque lo que más nos perjudica es la cercanía con la estación de Policía. Toda la comunidad escolar pedimos que la sede sea reubicada, en un espacio que sea seguro, agradable e idóneo para los estudiantes", señaló Luz Lozano, rectora de la Institución Educativa Alfonso López Pumarejo.
Por su parte, Leonardo Orozco, quien actualmente es enlace territorial de la comunidad de Jamundí con el comisionado de paz, confirmó que las consecuencias de estos continuos ataques se ven reflejadas en el incremento de la deserción escolar.
"El panorama en esta institución es bastante preocupante, solo este semestre hemos tenido una deserción de 120 estudiantes, dado a que los padres de familia ya no quieren mandar a sus niños por el riesgo que corren, por la cercanía de la escuela con la estación de Policía", señaló Orozco.
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Lo que pide la comunidad educativa es reubicar de manera inmediata la institución, a una zonas más alejada de la estación de Policía, para así evitar que nuevamente los estudiantes queden atrapados en los salones en el momento en el que las disidencias ataquen a la fuerza pública.