La crisis del sector salud en el departamento del Valle del Cauca, especialmente en Cali, se agudiza tras el cierre inminente del área de urgencias de una clínica en Palmira, ocurrido en las últimas horas, a raíz de la renuncia masiva del personal asistencial por incumplimiento en el pago de salarios y una grave sobreocupación.
El cierre obliga a que los pacientes de ese centro médico se trasladen a otras ciudades para recibir atención, lo que incrementa la sobreocupación de la red de salud de Cali y ha llevado a las autoridades a tomar decisiones urgentes para evitar el colapso de clínicas privadas y hospitales públicos.
"Manifestamos nuestra preocupación por el cierre de ese servicio en Palmira, municipio cercano a Cali, que tiene potenciales repercusiones en saturar aún más nuestros servicios, especialmente en consultas prioritarias, porque muchas personas terminan llegando a urgencias como única puerta de entrada para resolver una crisis del sistema de salud. Hay que activar un protocolo para que no colapsen los hospitales", declaró Germán Escobar, secretario de Salud de Cali.
La situación es similar en otros centros médicos que también presentan sobreocupación, dificultando la atención de la demanda. El Hospital San Juan de Dios, por ejemplo, supera el 100% de su capacidad, agravado por deudas y la falta de flujo de recursos.
"Este hospital tiene pasivos en diferentes aspectos, principalmente en honorarios médicos, lo que afecta directamente la operación actual. Además, enfrentamos una alta sobreocupación porque atendemos a muchos pacientes de otras zonas, por lo que hemos tenido que habilitar camas y activar un plan de emergencia", explicó Carlos Alberto Morera, gerente del Hospital San Juan de Dios.
Los servicios más afectados en Cali por el cierre de la clínica de Palmira son urgencias, consulta prioritaria y hospitalización. Las autoridades piden a la comunidad asistir a un hospital únicamente en casos de suma importancia para garantizar la atención oportuna.