El reciente desmantelamiento de un matadero clandestino de caballos y burros en el barrio Girardot encendió las alarmas sobre una práctica ilegal que amenaza la salud pública en Bucaramanga y su área metropolitana.
En el lugar fueron hallados nueve equinos vivos en estado crítico, además de restos animales, vísceras y baldes con carne en evidente descomposición.
La operación, liderada por la Secretaría del Interior y la Policía Metropolitana, a través de la Seccional de Carabineros y Protección Animal, permitió incautar 380 kilogramos de carne de equino en condiciones insalubres, correspondiente a por lo menos tres caballos y un burro.
Según el reporte oficial, la carne no contaba con cadena de frío, trazabilidad ni autorización sanitaria. Las autoridades sospechan que este tipo de producto podría estar llegando a plazas de mercado y expendios de carne de la ciudad, sin que los consumidores lo sepan.
Frente a este panorama, la Universidad de Santander (UDES), a través del decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agropecuarias, Albeiro Patiño Herrera, advirtió sobre los riesgos que representa consumir carne equina sin control sanitario.
“La carne es un alimento que fácilmente se contamina y puede transmitir microorganismos, virus o parásitos que afectan gravemente la salud humana, especialmente si no se conserva la cadena de frío”, explicó el médico veterinario.
El experto también alertó sobre la descomposición acelerada del producto cuando no se manipula correctamente y denunció que, en algunos casos, esta carne es alterada con colorantes para simular el color de la carne de res y engañar al consumidor.
Este operativo, realizado el pasado 28 de julio, no es el único. La Policía confirmó que en lo corrido del año ya se han decomisado más de 6.000 kilogramos de productos cárnicos que no cumplían con los requisitos de refrigeración. En algunos de esos casos, también se ha identificado carne de caballo.
Además, en 2021, fue incautada una tonelada de carne de burro que, según la investigación, estaba destinada a plazas de mercado de Bucaramanga.
La Secretaría de Salud Municipal señaló que, aunque las pruebas para identificar si una carne es de caballo requieren análisis de laboratorio, la ausencia de documentación sanitaria y las condiciones del hallazgo permiten presumir su origen equino.
En inspecciones recientes a expendios de alimentos, la autoridad encontró 19 kilos de carne molida sin rotulación y sin refrigeración adecuada, lo que refuerza la preocupación sobre el posible ingreso de carne de origen desconocido, incluso de caballo, a la cadena de consumo local.
Decano de la UDES hizo un llamado urgente a los bumangueses
“Recomendamos a la comunidad adquirir carne únicamente en puntos autorizados por la administración municipal, donde se garantice la salubridad y trazabilidad del producto”, enfatizó.
Las autoridades continúan las investigaciones para dar con los responsables del matadero clandestino en Girardot, mientras que los nueve animales rescatados fueron trasladados a la Unidad de Bienestar Animal, donde reciben atención médica especializada.