La crisis financiera de la Nueva EPS mantiene en vilo al sistema de salud en Santander y ha encendido las alarmas entre las autoridades departamentales. La Secretaría de Salud de Santander manifestó su preocupación porque el 52 % de la población afiliada a una EPS en el departamento pertenece a esta entidad, lo que representa más de 1,2 millones de usuarios que hoy dependen de un sistema en dificultades.
El secretario de Salud, Edwin Prada, aseguró que la situación es “compleja y crítica”, debido a que la falta de flujo de recursos afecta directamente la atención a los pacientes y el sostenimiento de hospitales y clínicas.
“Recordar que de los 2,4 millones de habitantes que tiene Santander, el 52 % están afiliados a la Nueva EPS, una entidad que ha venido con dificultades, bajo intervención y sin los recursos suficientes, lo que impacta la dispensación de medicamentos, la asignación de citas y, en general, la prestación del servicio”, señaló el funcionario.
La deuda de la EPS con la red hospitalaria también refleja la magnitud de la crisis debido a que supera los 750 mil millones de pesos con la red pública y alcanza los 650.000 millones con las instituciones privadas.
Esta situación no solo golpea la sostenibilidad financiera de los prestadores, sino que también afecta a médicos, enfermeros y demás trabajadores del sector, quienes ven retrasados sus pagos y enfrentan condiciones laborales más precarias.
Ante este panorama, la Superintendencia de Salud, junto con la Gobernación de Santander, instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) para hacer seguimiento semanal a la operación de la Nueva EPS.
En estas mesas de trabajo se busca garantizar la entrega de medicamentos represados, agilizar citas médicas y gestionar el flujo de recursos.
La medida, según Prada, es indispensable para evitar que la crisis derive en la pérdida de vidas por negligencia.
“Con el acompañamiento de la Secretaría de Salud hemos venido exigiendo mejoras en los indicadores, sin embargo, el sistema atraviesa una dificultad estructural que está golpeando a los usuarios y a las instituciones”, enfatizó el secretario.
Mientras tanto, los pacientes continúan reportando demoras en autorizaciones, falta de acceso a especialistas y problemas para reclamar medicamentos, lo que mantiene la presión sobre las autoridades que intentan contener los efectos de esta crisis