En Bucaramanga crece la controversia por la aparición de una valla con un mensaje político, instalada en una de las intersecciones más concurridas de la ciudad, justo después de que el Consejo de Estado declarara nula la elección de Jaime Andrés Beltrán como alcalde.
La pieza publicitaria contenía la frase: “¿Será bueno el nuevo alcalde?”, lo que generó múltiples interpretaciones en redes sociales y entre la ciudadanía. Muchos lo asociaron con el exdirector de Tránsito, Carlos Bueno, debido al juego de palabras con su apellido. Sin embargo, el exfuncionario rechazó tajantemente haber tenido algo que ver con la valla, negando que hubiera ordenado o financiado su instalación.
La Secretaría del Interior de Bucaramanga informó que la valla permaneció instalada durante tres días sin ningún tipo de autorización y posteriormente fue desmontada. Según el secretario Gildardo Rayo, se trató de un caso de contaminación visual y ya se iniciaron procesos administrativos para establecer responsabilidades.
“No tenemos registro de solicitud de permiso. Hicimos la verificación y cuando llegamos ya la habían retirado. Ahora, lo que procede es pasar el informe a la Inspección de Policía para que adelante la investigación. También se remite a la Secretaría de Salud por el tema de contaminación visual. Y como al parecer tiene un tinte político en tiempos no electorales, el caso será enviado al Consejo Nacional Electoral”, explicó el funcionario.
La Alcaldía deberá determinar quién es el dueño del predio donde fue instalada la publicidad, qué empresa de medios la administró y quién la financió. Una vez se recoja esta información, se podrán definir sanciones económicas o multas si se comprueba la irregularidad.
El secretario Rayo insistió en que se trata de un proceso administrativo que busca evitar que en Bucaramanga se usen espacios públicos y privados para publicidad política en momentos no permitidos por la ley.
El hecho ocurre en medio de un ambiente de incertidumbre política en Bucaramanga, luego de que el Consejo de Estado tumbara la elección de Jaime Beltrán por doble militancia. Mientras se designa un alcalde encargado y se define el proceso para convocar a elecciones atípicas, la ciudad atraviesa un clima de polarización y alta tensión en el debate político local.