La secretaria de Salud de Bucaramanga, Claudia Amaya, advirtió que la no aprobación de las vigencias futuras excepcionales por parte del Concejo Municipal pondría en riesgo la continuidad de programas esenciales de salud a partir de 2026.
En entrevista con Blu Radio, la funcionaria explicó que esta figura no es exclusiva de la actual administración, sino un mecanismo legal que utilizan todas las alcaldías y gobernaciones para garantizar la prestación de servicios sin interrupciones.
“La figura de vigencias futuras no es un invento de esta administración, es legal y siempre se ha usado para no suspender servicios esenciales. En salud, por ejemplo, si no se aprueban, no tendríamos quién regule las ambulancias en accidentes de tránsito, ni la línea de salud mental que funciona 24/7. La unidad de bienestar animal se quedaría sin veterinarios ni alimentación para los animales, y el centro de acopio de vacunas no podría operar como exige el Ministerio de Salud”, señaló Amaya.
Entre otros programas que quedarían en riesgo también la vigilancia epidemiológica, clave en el control de brotes de dengue o fiebre amarilla, y el Plan de Intervenciones Colectivas (PIC) que se contrata con el Isabú.
Frente a las dudas expresadas por algunos concejales sobre la legalidad de esta figura, Amaya aseguró que los equipos jurídicos de la administración han aclarado que los secretarios están habilitados como ordenadores del gasto, por delegación del alcalde.
“Si el Concejo decide no aprobar las vigencias futuras, serán ellos quienes deban responder por los muertos y por las dificultades que se generen en la prestación de los servicios de salud de los bumangueses”, advirtió la funcionaria.
La administración municipal insiste en la necesidad de que el Concejo convoque sesiones cuanto antes, pues los tiempos para adelantar los trámites son limitados y la continuidad de los programas depende de esta decisión.