Con olor a humo impregnado en la ropa y costales llenos de prendas a medio quemar, los comerciantes del centro comercial Palacio de la Moda, en el centro de Bucaramanga, comenzaron este lunes 22 de diciembre una jornada marcada por el dolor tras el incendio que consumió 12 locales dedicados principalmente a la venta de ropa, en plena temporada decembrina.
La noche del domingo fue larga. Entre restos de hollín, agua y paredes ennegrecidas, los comerciantes se quedaron recuperando lo que podían: lavaron, pintaron y limpiaron los locales con la esperanza de rescatar algo de la mercancía.
Ya en la mañana del lunes, comerciantes y trabajadores de los negocios revisaban prenda por prenda para determinar si podía volver a venderse, regalarse o simplemente desecharse.
“No es fácil volver a levantarse, este fue el local que más daño tuvo, fue pérdida total. Era el que tenía más mercancía”, relató Noemí Mantilla, una de las comerciantes afectadas.
Según contó, el incendio se habría originado cuando trabajadores de un local cercano subieron las cuchillas metálicas, lo que presuntamente generó un cortocircuito.
“Cuando nos enteramos ya no había nada que hacer. Alcanzamos a sacar algo de la parte baja de las vitrinas y ahora toca mirar qué se puede vender y qué no”, explicó, agradeciendo además la donación de dos vitrinas que les permitirá reorganizar lo poco que quedó.
El impacto no solo es económico. En ese local trabajaban 11 personas, pero este lunes solo tres regresaron para intentar poner orden entre las pérdidas. “Hoy no citamos a los demás empleados, primero necesitamos organizar y ver qué se puede salvar”, añadió Mantilla.
Una historia similar vive Dayana Alexandra Navas, quien recordó que la madrugada posterior al incendio fue de trabajo contrarreloj.
“Anoche (domingo 21 de diciembre) guardamos todo sin revisar. Hoy desde las 7:00 a.m., estamos mirando qué quedó quemado o sucio y qué se puede rematar, regalar o botar”, señaló. Durante la noche, junto a otros comerciantes, lavaron y pintaron los locales para continuar al día siguiente con la recuperación.
Navas relató que llegó a abrir su local hacia las 7:40 a.m. del domingo y encontró el lugar lleno de humo. “Pensamos que el incendio era en otro pasillo y cuando nos dimos cuenta ya era tarde, el local estaba incendiado. Éramos solo tres personas y nos tocó romper los candados porque con tanto humo no encontrábamos las llaves”, recordó.
Aunque la Alcaldía de Bucaramanga dispuso carpas como apoyo temporal, los comerciantes aseguran que aún no pueden utilizarlas hasta revisar cuidadosamente cada prenda. El panorama sigue siendo incierto: perdieron mercancía en la semana más importante del año para las ventas, justo antes de Navidad y en vísperas de Año Nuevo, cuando el comercio suele tener su mayor repunte.
Hoy, entre cenizas, humo y esfuerzo colectivo, los comerciantes del Palacio de la Moda intentan reconstruir no solo sus locales, sino también la esperanza de salir adelante tras uno de los golpes más duros que dicen han enfrentado.