Después de que el ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, asegurara que el Gobierno tendría que ejecutar planes de contingencia para atender a los afiliados a las Sanitas, Sura y Compensar si estas deciden no continuar con la administración en salud a partir de septiembre, expertos en la materia aseguraron que esto generaría una crisis a todos los niveles dejando a millones de personas a la deriva.
Hoy esas tres EPS suman un poco más 13.000.000 de afiliados a nivel nacional, un número no menor si se trata de millones de personas que buscar sen atendidos por sus problemas de salud.
Blu Radio consultó al exministro de salud Fernando Ruiz, quien aseguró que esa posibilidad generaría una crisis sistémica en el sistema de salud.
“Habría problemas en todos los frentes y lo que se generaría sería una crisis sistémica generalizada de la atención en salud y de todo el modelo de financiamiento. Primero, los pacientes no tendrían idea a dónde ir, cómo lograr el acceso a los servidores de salud. Un paciente que llegue con una nueva enfermedad, ¿a cuál institución acudiría si no tiene una EPS que actúe como agente y lo referencia a una red de atención? Las redes de atención quedarían completamente desarticuladas y las instituciones desacopladas de las redes, de sus redes o de las redes de cada EPS", comentó.
"En el tema que tiene que ver con la gestión del riesgo, los pacientes crónicos prácticamente desaparecerían todos los programas de atención de pacientes crónicos y los pacientes con diabetes, con hipertensión, con enfermedad renal crónica, pacientes de diálisis, pacientes de enfermedad huérfanas, terminarían inmediatamente quedando a la deriva en sus procesos de atención porque no habría ninguna entidad responsable de esa atención”, añadió el exministro.
Además, según Ruiz, habría problemas en el financiamiento se generaría una situación de cesación de pagos porque, por un lado, el ADRES no tiene la capacidad para registrar la auditoría en el procesamiento de todas las cuentas médicas y, por el otro, que si se plantea un giro directo en forma de anticipo sin una facturación inmediata y efectiva.
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“Con todas las dificultades que puede tener el ADRES para poder situar realmente los recursos en las instituciones. Yo creo que el escenario que se generaría es una crisis sistémica y claramente, para dar un ejemplo, en Bogotá 3.7 millones de bogotanos que están afiliados a las tres EPS perderían inmediatamente su afiliación y la nueva EPS, que es la que quedaría para recibirlos, que solamente tiene capacidad para atender 500.000 personas en la ciudad, terminaría inmediatamente colapsada con una avalancha de personas a las cuales no podría responder”, concluyó Ruiz.
Pacientes Colombia, un movimiento conformado por al menos 195 organizaciones de pacientes en el país, advierte la gravedad de que un evento así se presentara.
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“Uno de los anuncios es que las EPS están generando temor en la población, que si no les alcanza la plata pues que devuelvan a los usuarios, de Sanitas, Sura y Compensar que suman más de 13 millones de colombianos, pero que también todas las EPS que hoy están en vigilancia especial, intervenidas o en proceso de liquidación, que suman 12millones, quiere decir que son más de 25 millones de colombianos que el gobierno los puede recibir de una (…) Señor ministro, ¿Qué EPS tiene capacidad instalada para recibir 25 millones de colombianos?”, dijo Denis Silva, vocero de Pacientes Colombia.