Informe Contraloría sobre Nueva EPS: contratos sin formalizar, facturas duplicadas y deuda creciente
Se conoció el informe de la Contraloría en el que revela que la Nueva EPS mantiene relaciones comerciales con uniones temporales y prestadores sin contrato formal, además de inconsistencias en la facturación por más de 8 billones de pesos. A esto se suma un saldo de anticipos pendientes que supera los 15 billones y un aumento acelerado de la deuda en los últimos tres años.
La Contraloría General de la República presentó un informe en el que detalla múltiples irregularidades en la gestión de la Nueva EPS, una de las aseguradoras más grandes del país. Según el organismo de control, entre 2022 y 2025 la entidad suscribió contratos con varias uniones temporales, pero también sostuvo vínculos comerciales con otras que nunca firmaron un acuerdo formal.
En total, la EPS reportó 48 uniones temporales, aunque la Contraloría solo encontró información clara de 45. Al revisar con más detalle, los auditores identificaron nueve uniones adicionales con las que se realizaron operaciones sin contrato. Esta situación, advirtió el informe, expone a la entidad a riesgos jurídicos, fiscales y reputacionales, ya que compromete la trazabilidad de los recursos públicos.
Un aspecto que llamó la atención de los auditores es que cuatro de esas uniones comparten el mismo representante legal y tienen en común la participación mayoritaria de la IPS Bienestar, que controla entre el 80 % y el 99 % de las acciones. Este patrón podría derivar en un direccionamiento de los contratos, restringir la participación de otros oferentes y generar posibles conflictos de interés.
Nueva EPS
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La Contraloría también alertó sobre la forma en que se manejan las cuentas médicas. En la información entregada por la EPS se reportaron más de 22 millones de registros de facturas, pero al revisarlos se halló que más de 9 millones estaban duplicados. Esto equivale a 8,9 billones de pesos que no tienen soporte claro y que ponen en entredicho la confiabilidad de la información financiera.
Otro punto crítico está relacionado con los anticipos. A junio de 2025, la Nueva EPS tenía 15,31 billones de pesos en anticipos pendientes de legalizar. El 97 % de estos corresponde a recursos girados en 2024 y 2025, aunque todavía se encuentran saldos sin resolver de vigencias anteriores, incluso de hace más de cinco años. Para la Contraloría, esta situación refleja deficiencias en la recuperación de recursos y un riesgo de pérdida patrimonial.
Las alertas también alcanzan el comportamiento de los usuarios. Entre el primer semestre de 2022 y el primero de 2025, las peticiones, quejas y reclamos (PQR) casi se duplicaron, al pasar de 177.000 a más de 446.000. En total, se registraron cerca de 1,9 millones de reclamos en tres años, un crecimiento del 151 %. Los auditores señalaron que este aumento refleja una tendencia sostenida de inconformidad con los servicios de la EPS.
Finalmente, la Contraloría analizó el crecimiento de la deuda de la entidad, que en 2022 era de 5,4 billones de pesos y en marzo de 2025 ya alcanzaba los 21,3 billones. Esto significa que el pasivo de la EPS creció un 198 % en 27 meses. De seguir esa tendencia, podría cerrar el año con una deuda cercana a los 26 billones de pesos.