De acuerdo con los resultados de la más reciente encuesta de Invamer, analizados por la Fundación Empresarios por la Educación, cerca del 49% de los colombianos considera que la educación en el país está empeorando, mientras que el 40% opina que ha mejorado. El coordinador general de la fundación, Diego Sánchez, señaló que este resultado constituye un llamado de atención sobre la manera en que la ciudadanía percibe la calidad y pertinencia del sistema educativo.
La encuesta evidenció también una diferencia significativa en la valoración de la profesión docente. Aunque el 60% de los encuestados considera que la labor de los maestros no es suficientemente valorada en la sociedad, un 67% recomendaría a los jóvenes estudiar para ser docentes, especialmente en los niveles de preescolar, básica y media. En zonas rurales, esta proporción supera el 70%.
En cuanto a las recomendaciones para la formación de los jóvenes, más del 40% de los encuestados indicó que preferiría una carrera técnica o tecnológica frente a una universitaria, lo que refleja una creciente identificación de estas opciones como una vía efectiva para acceder al mercado laboral y continuar una trayectoria educativa.
El estudio muestra además que la educación ocupa el tercer lugar entre los temas más importantes para la población general, después de la salud y la economía. En el caso de los jóvenes, la educación se posiciona en el segundo lugar de prioridades, lo que refuerza su relevancia como tema central en la agenda nacional.
Entre las principales preocupaciones de los ciudadanos frente al sistema educativo se destacan las metodologías de enseñanza, la formación y desempeño de los docentes, el acceso a oportunidades educativas, la infraestructura escolar y la continuidad en los procesos de aprendizaje. Estas inquietudes reflejan una visión amplia que abarca tanto la calidad como las condiciones estructurales del sistema.
Comparado con ediciones anteriores, la percepción sobre la utilidad de la educación se ha mantenido estable. En 2023, más del 90% de los encuestados consideraba que la educación era importante, pero solo un poco más del 80% la percibía como útil. En la medición actual, ambos indicadores se mantienen cercanos al 82%, lo que sugiere que, aunque se reconoce su relevancia, persiste la necesidad de fortalecer su pertinencia y su capacidad para apoyar los proyectos de vida de los ciudadanos.
Finalmente, frente a la deserción educativa, los resultados señalan que los costos, la necesidad de trabajar y las condiciones de acceso continúan siendo factores determinantes en la decisión de abandonar los estudios. Estos hallazgos subrayan la importancia de avanzar en políticas que faciliten la permanencia y la transición educativa en todos los niveles.