Estudiantes podrán dormir mucho más: ley cambiaría la jornada académica en Colombia
Con estos cambios, se busca aprovechar las horas en las que los estudiantes están más activos y atentos, mejorando así su rendimiento y bienestar.
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En Colombia, la Constitución Política reconoce la educación como un derecho fundamental. Por ello, el país ha buscado garantizar el acceso al conocimiento, la ciencia, la tecnología y los valores que contribuyen a la formación integral de las personas.
De hecho, el artículo 67 establece que la educación es responsabilidad del Estado, la sociedad y la familia. También señala que es obligatoria entre los 5 y los 15 años, lo que incluye por lo menos un año de preescolar y nueve años de educación básica.
En ese sentido, la ley colombiana le da al Estado el deber de regular, inspeccionar y vigilar el sistema educativo, asegurando su calidad. Además, debe garantizar las condiciones necesarias para el acceso y permanencia de los estudiantes. En medio de este panorama, una propuesta podría eliminar un problema frecuente entre los alumnos.
Colombia vive un momento de múltiples reformas: laboral, pensional y educativa. En este último ámbito, el Congreso avanza en varios proyectos clave.
Uno de ellos es el que plantea incluir una nueva asignatura llamada Educación Emocional. Esta cátedra fue aprobada en primer debate por la Comisión Sexta del Senado y es impulsada por los senadores Mauricio Gómez Amín, Diela Liliana Benavides Solarte, José Alfredo Gnecco, Antonio Zabaraín Guevara y Liliana Bitar Castilla. Su objetivo es incluir esta formación desde preescolar hasta la educación media.
Pero no es la única propuesta. Otro proyecto, liderado por el senador liberal Alejandro Chacón, también fue aprobado en primer debate en esa misma comisión en abril. Su iniciativa busca prohibir que la jornada escolar comience antes de las 7:00 a. m. en todos los colegios del país, sean públicos o privados, y en cualquier nivel: preescolar, básica o media.
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Actualmente, los rectores o directores tienen la facultad de establecer los horarios escolares, lo que ha llevado a que muchas instituciones inicien clases antes de las 6:00 a. m.
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Según Marta Forero González, vicedecana de Investigación y Transferencia de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, los adolescentes tienden a estar más activos en las noches y suelen acostarse tarde. Esto reduce sus horas de sueño y genera somnolencia al día siguiente, justo durante las primeras horas de clase.
Así, una jornada escolar muy temprana afecta el rendimiento académico, genera problemas de conducta y dificulta la concentración. Además, aumenta el riesgo de accidentes y lesiones en los menores por fatiga o falta de descanso
“Esta iniciativa busca erradicar la injusticia que enfrentan muchas madres y niños que deben levantarse antes de las 4:00 a. m. para llegar a tiempo al colegio, que inicia sus actividades a las 6:00 a. m.”, indica el proyecto, que ahora se prepara para su segundo debate en el Congreso.