
Lo que parecía ser un sábado tranquilo para el cantante Jorge Andrés Carmona terminó en tragedia. El artista, padre de una bebé recién nacida en ese momento, fue condenado a más de 33 años de prisión tras verse involucrado en la muerte de un taxista en Bogotá.
En una entrevista con Conducta Delictiva, los hermanos dieron detalles de la noche que les cambió la vida.
Jorge había pausado su carrera musical para dedicarse al cuidado de su hija de 23 días de nacida. Ese sábado, después de varios días sin salir, decidió aceptar una invitación de unos amigos a una fonda ubicada en el centro de la ciudad.
A pesar de haber estado sobrio desde el nacimiento de su hija, ese día accedió a tomar licor. Sin embargo, según su testimonio, perdió completamente la memoria.
“Yo en un momento pierdo la lucidez completamente, cosa que nunca en la vida me había pasado... Yo nunca había perdido la conciencia, jamás. Y ese día me pasa eso”, relató en la entrevista.
Testigo clave
Su hermano, Luis Fernando Carmona, es el testigo clave en la historia, que todavía está llena de vacíos e interrogantes. Según contó, recibió una llamada ese día alrededor de las 3:30 de la tarde.
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Jorge Andrés, con voz alterada, le pedía que fuera por él. Al llegar, lo encontró en evidente estado de embriaguez, por lo que intentó llevarlo a casa, pero también terminó consumiendo licor.
Hacia las 4:30 de la tarde los hermanos salieron en busca de transporte, abordaron un taxi y en el trayecto, Jorge Andrés empezó a vomitar debido al estado en el que se encontraba. El conductor se molestó, desvió la ruta y los llevó a una zona apartada en el barrio Eduardo Santos. Allí se desencadenó una violenta pelea.
De acuerdo con el testimonio de Luis Fernando, el taxista habría golpeado a su hermano con un objeto contundente. En medio del forcejeo y al sentirse amenazado, Luis Fernando lo hirió con un arma blanca, lo que lo llevó a la muerte.

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“La gente gritaba ‘que fueron ellos, que fueron ellos’. Cuando el policía me dice: ‘fue que mató al taxista’, yo le digo: ‘pero ¿cómo así? ¡Si yo ni siquiera lo ataqué!’ Y él me dice: ‘está muerto’. Quedamos en shock”, relató.
Ambos hermanos fueron capturados y trasladados a la URI de Puente Aranda. Según su relato, pasaron varias horas sin atención médica ni explicaciones y no fue sino hasta el lunes siguiente cuando les informaron que estaban siendo acusados de homicidio.
“Sentí que el mundo se me vino encima”, aseguró Jorge Andrés.
Durante el proceso judicial, que se extendió por más de un año en plena pandemia, ambos fueron condenados. Jorge Andrés recibió una pena de 33 años y cuatro meses de prisión.