“He venido a traer división”: reflexión de monseñor Rafael de Brigard
Monseñor Rafael de Brigard recordó que Jesús vino a traer fuego y división, una ruptura interior que libera de la tibieza y abre el corazón a la fe auténtica en Dios.
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Monseñor Rafael de Brigard invitó en su reflexión dominical a vivir este tiempo como un “momento de gracia, de bendición, de escucha, momento para pacificar el alma”. A partir del Salmo 39, recordó que, aunque el ser humano se sienta frágil y pobre, puede decir con confianza: “Yo soy pobre y desgraciado, pero el Señor se cuida de mí. Tú eres mi auxilio y mi liberación, Dios mío, no tardes”.
Al comentar el Evangelio de San Lucas (12, 49-53), Monseñor reconoció que sorprende escuchar a Jesús decir: “He venido a traer fuego en el mundo… he venido a traer división”. Pero explicó que no se trata de enemistades, sino de la ruptura interior que exige el Evangelio: dejar lo que no es de Dios, cortar con la tibieza y asumir la radicalidad de la fe.
Finalmente, invitó a revisar el corazón para descubrir qué ataduras conviene romper y cómo abrirnos al fuego del Espíritu Santo. “Señor, divídeme por dentro, para que solo quede en mí lo que es conforme a tu voluntad”, oró el prelado, llamando a no vivir una fe mediocre, sino ardiente, capaz de transformar la vida personal y, con testimonio, acercar a otros a Dios.