En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) avanza a un ritmo vertiginoso, anticiparse a los cambios se ha vuelto cada vez más complejo. Así lo advierte Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, quien asegura que “lo único seguro es que se avecina un gran cambio”. Durante un evento celebrado en el histórico Odeón de Herodes Ático, en la capital griega, el reconocido investigador reflexionó sobre el papel de la educación y las habilidades necesarias para enfrentar los retos del futuro.
Hassabis subrayó que la velocidad con la que evoluciona la IA, que cambia prácticamente de semana en semana, hace que sea extremadamente difícil proyectar cómo será el mundo dentro de una década. Ante esta incertidumbre, señaló que debemos replantearnos cómo y qué están aprendiendo las nuevas generaciones. “Tenemos que pensar en los estudiantes de hoy: no solo en los contenidos académicos, sino en las metahabilidades que les permitirán adaptarse y aprender durante toda su vida”, indicó.
Entre estas metahabilidades, el líder de DeepMind destacó la capacidad de aprender a aprender, es decir, comprender las propias condiciones óptimas para el aprendizaje, ajustar el ritmo de estudio según el tema y desarrollar la curiosidad necesaria para explorar nuevas áreas del conocimiento. Pero, más allá de eso, Hassabis hizo énfasis en la importancia del aprendizaje multidisciplinario como una de las competencias más críticas del futuro.
“Habrá enormes oportunidades al conectar disciplinas diferentes, por ejemplo, biología e informática, o filosofía e inteligencia artificial,. Muchas veces, las soluciones más innovadoras surgen de la intersección entre campos aparentemente no relacionados”, explicó. En este contexto, la IA no solo se presenta como una tecnología disruptiva, sino como una aliada clave para potenciar esta convergencia entre saberes.
Hassabis también anticipó un futuro en el que herramientas impulsadas por inteligencia artificial puedan actuar como tutores personalizados, permitiendo una educación altamente adaptada a las necesidades de cada individuo. Según él, este tipo de acompañamiento digital podría transformar radicalmente la forma en que aprendemos, haciendo posible una exploración más profunda y flexible del conocimiento en múltiples áreas.
La visión del científico apunta a un horizonte donde la educación ya no será estática ni lineal, sino un proceso dinámico y continuo, impulsado tanto por la curiosidad humana como por el apoyo de sistemas inteligentes. En palabras del propio Hassabis: “Será esencial seguir aprendiendo a lo largo de toda la carrera profesional, y la clave estará en encontrar conexiones significativas entre distintos campos del saber”.
En definitiva, mientras la inteligencia artificial redefine el panorama global, adaptarse al cambio requerirá más que conocimientos técnicos. Requerirá una mentalidad abierta, interdisciplinaria y dispuesta a aprender sin descanso.