La Personería de Medellín denunció que los más de 250 indígenas albergados en un colegio de la ciudad tuvieron que salir de un inquilinato por riñas y discusiones con sus vecinos.
La intolerancia sería la causa de esta crisis humanitaria que se ha generado alrededor de la institución educativa Héctor Abad Gómez, donde estas comunidades del resguardo de Alto Andágueda de Chocó se han apostado al sol y al agua por falta de un alojamiento.
Y es que los 250 indígenas, entre ellos casi 100 menores de edad, tuvieron que salir de un inquilinato en Niquitao por los reiterados problemas con sus vecinos, varios de ellos venezolanos, que incluso terminaron en riñas con caciques en alto estado de embriaguez.
Sonia Peña, líder del Grupo de Asuntos Étnicos y Migrantes de la Personería de Medellín, alertó que estos problemas de convivencia tienen en riesgo a la población indígena.
"Han sido problemas que se han versado dentro del inquilinato con personal de los mismos. Entre población, incluso venezolana, que se encuentra en estos inquilinato porque no son habitados solo por población indígena", agregó la funcionario.
Esta población hace parte de los 850 indígenas que se encuentran varados en Medellín y se tomaron la Alcaldía en febrero , pero que ya hacen parte de un proceso logístico para que desde el 22 de mayo empiecen a retornar a sus resguardos en Chocó en 27 buses desde Medellín.
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