Australia y otros mercados ganan con decisión de no exportar a Israel, dice Fenalcarbón
Petro condenó que las empresas Glencor y Drummond, "comprometida con la muerte de sindicalistas del Cesar", sigan exportando carbón a Israel.
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El reciente pronunciamiento del presidente Gustavo Petro en la red social X, en el que calificó como "ayuda al genocidio" la exportación de carbón colombiano a Israel, ha reavivado la controversia sobre la política exterior y comercial del país en medio del conflicto palestino-israelí. La Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), a través de su presidente ejecutivo Carlos Cante, respondió a las acusaciones, defendiendo el cumplimiento legal de los contratos vigentes y alertando sobre las graves consecuencias económicas para Colombia.
Carlos Cante contextualizó en entrevista con Blu Radio que la relación comercial con Israel no es reciente: “En 1990 Colombia exportaba apenas 600 toneladas de carbón. En los años 2011 y 2012, la cifra superó los 4 millones de toneladas. En 2023, antes del decreto presidencial, exportamos más de 3 millones de toneladas”, explicó.
Según Cante, a pesar del decreto expedido por el Gobierno Petro para suspender las exportaciones, las compañías Glencore y Drummond continúan cumpliendo con contratos de largo plazo debidamente registrados ante las autoridades.
Nadie está por encima de la ley. El mismo decreto reconoce la existencia de hechos jurídicos consolidados y obliga a respetar tratados internacionales como el TLC con Israel
Una de las afirmaciones más polémicas de Petro fue que el carbón colombiano se emplea en la fabricación de armas. “El 60% del carbón que usa Israel en la preparación de bombas genocidas proviene de Glencore y Drummond”, escribió el presidente.
Ante esto, Cante fue enfático: “El carbón exportado a Israel es bituminoso y de alto valor calorífico, utilizado en un 95% para generación de energía. Esa energía también abastece a la Franja de Gaza. No tengo explicación sobre las afirmaciones del presidente, pero lo cierto es que no es carbón para fabricar bombas”.
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Además, el dirigente gremial recalcó que decisiones como esta perjudican más a Colombia que a Israel: “Israel seguirá comprando carbón. El mercado no se detiene. Hoy lo están supliendo desde Australia, que se consolida como el gran beneficiado de esta restricción colombiana”.
Según Fenalcarbón, las exportaciones de carbón a Israel representaban entre 400 y 500 millones de dólares anuales para Colombia, más de 500 mil millones de pesos en regalías e impuestos y un importante dinamismo económico en las zonas mineras, especialmente La Guajira y el Cesar.
“La industria viene en una reducción paulatina de los volúmenes exportados, pero esta caída ha sido agravada por decisiones internas. Las exportaciones han bajado un 42% respecto al año pasado”, dijo Cante.
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Sobre el empleo, explicó que las empresas han hecho esfuerzos para no despedir trabajadores, reduciendo turnos laborales. Sin embargo, ya se registran señales de desempleo y pérdida de competitividad: “En regiones como La Guajira o el Cesar, que dependen de la minería, esto tendrá efectos muy graves en el mediano plazo”.
El Tratado de Libre Comercio entre Colombia e Israel, vigente desde 2020, establece compromisos bilaterales que, según Cante, impiden al Ejecutivo cancelar unilateralmente los contratos. “Un decreto no puede estar por encima de la Constitución ni de un tratado internacional. Hacerlo sería arriesgarse a demandas y sanciones ante organismos como la Organización Mundial del Comercio”, afirmó.
Además, explicó que las empresas han seguido los procedimientos establecidos por el propio Gobierno: “Cada contrato se ha validado por entidades estatales. No hay nada oscuro ni ilegal. Lo que no se permite es firmar nuevos contratos. Pero los existentes deben honrarse”.
El mayor impacto geoestratégico de la decisión colombiana, según Fenalcarbón, es la pérdida de participación en mercados clave. “Australia y los países del sudeste asiático se están posicionando como principales proveedores de carbón a Israel. Ese mercado no bajará de 10 millones de toneladas en al menos una década. Colombia lo está cediendo innecesariamente”, alertó Cante.
Asimismo, criticó la política de “desmantelamiento temprano” de la industria minera: “A la restricción de exportaciones se suman impuestos como el de conmoción interior y la sobretasa a la renta, que pasamos del 2.2% al 4.5%. En 2026, el Estado tendrá que devolver más de 2 billones de pesos por anticipos mal calculados”.
Finalmente, Cante estimó que, de mantenerse la tendencia actual, la exportación de carbón colombiano a Israel podría llegar a cero en un plazo de dos años. “Es un cálculo personal, pero la reducción de un millón de toneladas por año nos llevaría a ese escenario. Eso, sin embargo, tendría un altísimo costo para las finanzas regionales y nacionales”, concluyó.