Inauguran circuito todoterreno para probar carros eléctricos e híbridos en el agua, arena y más
El artífice de este megacircuito es BYD, el gigantesco fabricante chino de carros eléctricos.
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Se estrenó uno de los espacios más innovadores para la movilidad sostenible: un circuito todoterreno dedicado exclusivamente a vehículos eléctricos e híbridos enchufables. La infraestructura, inaugurada el pasado 14 de agosto en Zhengzhou, China, por BYD, se plantea como un laboratorio al aire libre para demostrar hasta dónde pueden llegar los carros eléctricos o de nueva energía (NEV) en condiciones extremas.
El recorrido no se limita a una pista de carreras. Está conformado por ocho zonas diferenciadas, cada una diseñada para poner a prueba un aspecto específico de la conducción. Entre ellas se encuentran un área de vadeo con piscina de 70 metros de longitud, una plataforma que simula carreteras heladas y un circuito circular de baja fricción que recrea condiciones de nieve y hielo.
La piscina de pruebas fue concebida principalmente para el modelo Yangwang U8. Allí, los visitantes pueden observar a través de un vidrio subacuático cómo el vehículo avanza, retrocede o gira bajo el agua, gracias a la plataforma de control e4, desarrollada para mantener la estabilidad en maniobras extremas.
Uno de los escenarios más llamativos del complejo es la Duna Interior, que alcanza una caída vertical de 29,6 metros y una pendiente de 28 grados. La magnitud de esta estructura llevó a Guinness World Records a certificarla como la más alta y grande del mundo destinada a pruebas de ascenso en arena con automóviles.
Para su construcción se utilizaron 6.200 toneladas de arena con una granulometría similar a la del Desierto de Alxa.
El circuito también busca mostrar la aplicación de tecnologías de asistencia y control en vehículos eléctricos e híbridos. La llamada Plataforma de Empuje, conocida en pruebas internacionales como Kick-Plate, cuenta con placas móviles que desplazan el eje trasero de los carros sobre un pavimento húmedo y pulido, simulando una pérdida de adherencia en superficies resbaladizas.
En el caso del Anillo de Baja Fricción, se instaló una pista circular de 44 metros de diámetro recubierta con agua y construida con 30.000 bloques de basalto liso, que permite que los conductores experimenten derrapes controlados gracias a la respuesta electrónica inmediata de los sistemas de tracción.
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Además de los espacios para simulaciones extremas, el complejo incluye una pista de carreras de 1.758 metros de longitud. Con nueve curvas y una recta de aceleración de 550 metros, permite tanto probar la velocidad como la precisión de la dirección en giros cerrados.
Otro punto clave es el paddock dinámico, con 15.300 metros cuadrados y más de una decena de escenarios, entre ellos slalom, prueba del alce y ejercicios de estacionamiento automatizado. En paralelo, se habilitaron 27 recorridos todoterreno con distintos niveles de dificultad, desde trayectos básicos para SUVs urbanos con tracción inteligente hasta caminos avanzados para vehículos especializados.
La compañía adelantó que Zhengzhou no será el único centro de pruebas. Están próximos a abrirse complejos similares en Hefei y Shaoxing, que contará con un área todoterreno de 809 hectáreas, ubicada a 500 metros sobre el nivel del mar.
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El proyecto se complementa con la estrategia conjunta entre BYD y la Federación China de Automovilismo y Motociclismo (CAMF), denominada New Track Scheme, que busca acercar la cultura de los autos de nueva energía a un millón de personas y formar a 100 pilotos profesionales.
“Los circuitos de BYD acelerarán la profesionalización de los eventos de carreras de NEV en China y transformarán la cultura automotriz del país”, aseguró Guojun Zhan, presidente de la CAMF.