Las bolsas del mundo tiemblan ante la guerra económica iniciada por Trump
. La semana pasada la FED de Atlanta anunciaba una caída estrepitosa de la economía estadounidense, a su vez, son varias las voces que hablan de una recesión en los Estados Unidos.
Las siete grandes de Wall Street
han perdido más de 1500 millones de dólares de valorización mientras que la reducción del gasto público en USA hace que los mercados estén a la expectativa frente al impacto que tendrá esto en el consumidor.
En diálogo con Mañanas Blu, el economista y gestor profesional Pablo Gil, exdirector del departamento de análisis técnico y cuantitativo del Banco Santander, hizo un análisis de la situación actual de los mercados financieros
bajo la administración de Donald Trump.
Gil habló sobre la preocupación generalizada por cuenta de la volatilidad de la bolsa norteamericana, que ha estado disminuyendo notablemente, en parte debido a las políticas arancelarias
implementadas por el presidente Trump.
"Lo más importante es tener claro que lo que pretende hacer Donald Trump
probablemente tenga un recorrido positivo a medio largo plazo, pero que en el corto plazo es muy peligroso", comentó Gil.
A pesar de los riesgos inmediatos, Gil resalta que algunas medidas de control del gasto público podrían resultar beneficiosas a futuro. "La reducción del gasto superfluo y la necesidad de recortar el aumento en la administración pública son necesarios", dijo, aunque advirtió que la forma en que se están implementando estas políticas es cuestionable.
La incertidumbre en los mercados ha hecho que los inversores se sientan nerviosos. Gil señaló que la comparación con el pasado mandato de Trump
muestra cómo este tiende a usar el desempeño de Wall Street como un termómetro de su éxito.
En cuanto a Europa, el economista consideró que la situación actual representa tanto un desafío
como una oportunidad. "Es un despertar del letargo en el que estábamos", evaluó Gil.
Si Europa puede gestionar un incremento significativo en el gasto en defensa y encontrar un consenso entre sus miembros, podría resultar en un impulso a su economía.
Sin embargo, hay preocupaciones sobre cómo se financiarán
estas medidas y el posible aumento de la deuda. "Probablemente veremos una deuda sobre el PIB mucho más alta, similar a lo que ha ocurrido en Estados Unidos", advirtió.
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