Las autoridades siguen investigando el caso del
El niño no solo vivía entre libros de magia negra, satánicos, de rituales, muñecos vudú y brebajes; también compartía casa con alias ‘Orejas’, uno de los capturados, que al parecer visualizaba “espíritus” y le contaba al padrastro de
La mamá les dijo a las autoridades que el niño salió a hacer un mandado a una tienda en el municipio de Remedios, en Antioquia, y que dos minutos después, al ver que no regresaba, inició la búsqueda de su hijo. Pero, según inteligencia de las autoridades, al parecer el padrastro de Maximiliano, Fabio Andrés Carmona, habría persuadido a su familia de que el niño estaba poseído por un espíritu maligno.
“En 2021, Fabio Andrés Carmona me dijo que si quería pertenecer a la secta, le dije que sí y comencé a ir a las reuniones en la casa de Damaris Pérez, ella se encargaba de recoger el dinero de lo que hacíamos”, señaló el testigo que entregó detalles del ritual.
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El otro integrante de la secta que lideraba el padrastro de Maximiliano era Fabián Alberto Monsalve, quien se desempeñaba como meditador.
“Me retiré por los malos tratos, pues Fabio Andrés usaba un soplete con el que fundían oro para calentar un cuchillo y herirme con él”, explicó el testigo.
Gracias a ese testimonio, la Policía estableció una posible relación directa de la desaparición del niño con la búsqueda de una guaca llena de oro. Los capturados enfrentarán los delitos de desaparición forzada, tortura agravada, concierto para delinquir, lesiones personales y encubrimiento por tortura.
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