La Cancillería negó haber participado y patrocinado la fiesta vallenata del 11 de diciembre en Nicaragua, a la que asistió Carlos Ramón González, prófugo de la justicia y señalado de ser el cerebro del entramado de corrupción de la UNGRD. El Ministerio reconoció que promocionó el evento entre el cuerpo diplomático y los connacionales en ese país, pero aclaró que “no existió invitación directa ni gestión alguna” hacia el exdirector de la DNI.
“La Embajada de Colombia, al igual que su jefe de misión, no tiene jurisdicción ni autoridad dentro del recinto del Teatro Nacional Rubén Darío, por lo que no estaba en capacidad de impedir el ingreso o la asistencia de ningún ciudadano a un evento de carácter público”, se lee en el comunicado.
De acuerdo con el ministerio, se trató de una actividad cultural; sin embargo, la Procuraduría abrió indagación previa contra los funcionarios de la Cancillería y de la Embajada de Colombia en Nicaragua, por las presuntas irregularidades que se habrían presentado. Y es que González fue imputado por lavado de activos y tráfico de influencias por aparentemente haber ideado un entramado de corrupción para sobornar a congresistas y que estos apoyaran las reformas del gobierno. Actualmente tiene orden de captura en su contra y fue pedido en extradición en Colombia, pero al ser asilado político pudo continuar residiendo en Nicaragua y huyendo de la justicia.
El Ministerio Público busca establecer las razones por las cuales el exdirector estuvo presente, sin que los servidores públicos avisaran a las autoridades competentes.