En vísperas de la ceremonia religiosa en memoria del senador Miguel Uribe Turbay, asesinado en un hecho que conmociona a la nación, el cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, hizo un llamado urgente a la moderación en el discurso público. El prelado, en entrevista con Mañanas Blu, con Néstor Morales, insistió en que este momento de crisis exige palabras que construyan, no que destruyan.
“Este es un momento para que todos los colombianos moderemos el lenguaje, que nuestras expresiones no sean descalificadoras. Lo que necesitamos es un lenguaje con el poder de la esperanza, de la fraternidad y de la unidad para nuestro país”, afirmó el cardenal.
Un país herido que busca consuelo
La Catedral Primada de Colombia abrirá sus puertas para recibir a quienes deseen despedir al senador y acompañar a su familia. Aunque no hay confirmación oficial sobre la asistencia del presidente de la República, Gustavo Petro, el cardenal aseguró que la Eucaristía estará centrada en la fortaleza espiritual y en la fe como herramientas para superar la adversidad.
“No podemos negar que es un momento de crisis, de dolor, de sufrimiento, pero en esos desiertos y noches oscuras, el Señor está con nosotros”, expresó Rueda, tras afirmar la necesidad de encontrar consuelo en la fe.La familia de Miguel Uribe, encabezada por su esposa María Claudia Tarazona, ha mantenido una profunda vivencia espiritual durante la enfermedad y posterior fallecimiento del senador. Según el cardenal, esa fortaleza personal es ejemplo de resiliencia para el país.
Del dolor al perdón: un camino necesario
Interrogado sobre cómo transitar hacia el perdón y la reconciliación en un momento de profunda indignación nacional, Rueda señaló que el primer paso es reconocer el dolor sin negarlo.
“Si negamos la herida, continúa allí sin sanarse. Reconociéndola, podemos dar pasos hacia una nueva realidad en nuestro corazón y en las actitudes sociales de todos los colombianos”, indicó.Destacó el testimonio de María Claudia Tarazona, quien —en sus palabras— ha rechazado toda forma de violencia y ha asumido el compromiso de mirar al futuro con sensatez y responsabilidad, pensando en sus hijos y en el país.
La homilía: fe y esperanza en medio de la tragedia
El cardenal adelantó que su mensaje estará inspirado en el pasaje bíblico de las bodas de Caná, donde la presencia de Jesús permite convertir el agua en un vino nuevo y mejor. Este relato, explicó, simboliza la posibilidad de transformar el dolor en esperanza cuando se cuenta con la presencia de Dios.
“Jesucristo es el único que ha vencido la muerte y el pecado. Su actitud en momentos de abandono, traición y dolor nos habla todavía hoy”, manifestó. Rueda insistió en que la fe es una oportunidad de comunión incluso en medio de las diferencias políticas y sociales. La ceremonia buscará ser un espacio de unidad nacional, recordando que la construcción de un país más justo y pacífico es responsabilidad compartida.
Es una misión de todos los días: que nuestro lenguaje construya un país que debemos cuidar
concluyó.