El dirigente del Partido Conservador y cofundador de la Universidad Sergio Arboleda, Álvaro Gómez Hurtado, fue asesinado el 2 de noviembre de 1995, tras salir de dictar su clase de Cultura Colombiana en dicha institución. Un ataque con ametralladora le causó múltiples heridas mortales tanto a él como a su escolta, José del Cristo Huertas.
30 años desde su fallecimiento, familiares y allegados, destacan el legado que dejó como figura política y como ser humano, la huella que marcó en la historia del país. Era visto como un referente del derecho, voz crítica del periodismo, político honorable y ciudadano entregado a las causas colectivas.
En diálogo con Blu Radio, su sobrino, el doctor Enrique Gómez, señaló que el mayor aporte de Álvaro Gómez fue su visión política, con propuestas innovadoras para su época que continúan vigentes. Además, recordó su interés genuino por el bienestar de los demás, describiéndolo como una persona extraordinaria, cercana, gentil, con gran sentido del humor y una cultura general admirable.
“Él lo hacía sentir a uno siempre muy importante con sus preguntas, interesándose por el cotidiano de cualquiera de sus interlocutores. Y a la gente le parecía eso, un rasgo muy maravilloso, que era que sabía darle importancia a todas las personas que interactuaban con él”, afirmó.
Según Enrique, su tío siempre priorizaba a los demás, siendo su preocupación constante. 55 años sin interrupción de política electoral, proponiendo ideas y cambios para el país con el objetivo de mejorar el destino de los colombianos y hacer lo posible para lograr el bien común, siendo eso su obsesión de vida hasta la fecha de su muerte.
“Álvaro era una persona que compartía sabiduría y conocimiento y lo estimulaba a uno. Yo creo que para mí fue una de las facetas más importantes, siempre desafiándolo a uno, a estudiar más, a entender mejor las cosas, a ser serio con los argumentos, a pensar bien, a escribir bien, a escribir corto, a hablar corto. Era una formación, cada minuto con él usted aprendía algo. Y seguro que no se perdía ni un minuto del tiempo, porque él siempre estaba orientándolo a uno y enterándolo a uno de cosas maravillosas”, recordó.
Mientras se conmemora el legado de Álvaro Gómez, Blu Radio siguió dialogando con su sobrino sobre el avance en la investigación del magnicidio de Álvaro Gómez. Señaló que el proceso permanece prácticamente congelado desde que pasó a manos de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), luego de estar bajo la investigación de la Fiscalía General de la Nación.
Este crimen se estudia dentro del macrocaso 10, el cual investiga delitos no amnistiables cometidos por las extintas Farc. Esto debido a la hipótesis de una posible participación del antiguo secretariado de esa guerrilla en la orden de asesinar a Gómez Hurtado. La JEP analiza esta versión con base en el testimonio de Julián Gallo, quien reconoció responsabilidad individual en el hecho.
Sin embargo, el doctor Enrique Gómez rechaza que la investigación haya sido trasladada a la JEP, argumentando que dicha jurisdicción no tiene competencia sobre este tipo de crímenes y que este cambio solo ha frenado el avance obtenido en la justicia ordinaria. Insistió en que su objetivo es llegar a juicio, antes de que los testigos claves fallezcan y se pierda información determinante para esclarecer el caso.
“Nosotros lo único que pedimos es ir a juicio con las pruebas que están recaudadas en la Fiscalía, y eso es algo que el establecimiento se niega a hacer, y sigue ya 30 años de impunidad vigente en este caso. Todo el establecimiento sigue comprometido en frenar eso, y obviamente el último recurso es este, recurso que es absolutamente pueril chimbo de decir que fue las FARC la que lo mató, porque un muerto más, un muerto menos”, expresó.
El doctor Gómez asegura que existen decenas de pruebas que señalan a Orlando Henao, conocido como “el hombre del overol”, como quien ordenó el homicidio de Álvaro Gómez. Afirma que el crimen habría sido perpetrado para complacer al gobierno del entonces presidente Ernesto Samper y así obtener un sometimiento a la justicia a su favor.