El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, presentó un balance positivo sobre los resultados obtenidos por la fuerza pública en la lucha contra el narcotráfico durante el gobierno del presidente Gustavo Petro. Según el funcionario, los esfuerzos del sector defensa han sido “contundentes e históricos” frente a un fenómeno que calificó como “el cáncer del narcotráfico”, un problema que, afirmó, “no reconoce fronteras y lleva violencia y muerte tanto a los países productores como a los consumidores”.
Entre los principales resultados, Sánchez destacó la incautación de 2.652 toneladas de cocaína, equivalentes a más de 26.000 millones de dosis que dejaron de circular en las calles, con un valor estimado superior a 235.000 millones de dólares. Además, se han destruido 17.735 laboratorios, erradicado 58.216 hectáreas de cultivos ilícitos y neutralizado 11.894 integrantes de los más peligrosos carteles y grupos armados organizados (GAO). A esto se suman 776 extradiciones ejecutadas.
En comparación con 2024, los indicadores muestran un crecimiento sostenido: las incautaciones de cocaína aumentaron un 8%, la destrucción de laboratorios 24%, las hectáreas erradicadas 12%, las capturas de integrantes de los GAO 20% y las extradiciones 3%.
Sánchez explicó que la estrategia del Gobierno busca ofrecer alternativas sostenibles a las comunidades. “Bajo la estrategia de sustituir economías ilícitas por lícitas y transformar los territorios, proyectamos para este año la sustitución y erradicación de 30.000 hectáreas de coca. Nuestra estrategia es integral, humana y sostenible”, aseguró.
El ministro resaltó, además, el papel de la cooperación internacional en estos logros, con la participación de aliados estratégicos como Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Perú, Costa Rica, República Dominicana, Francia, España, Países Bajos, Bélgica y Reino Unido, entre otros. “Las amenazas transnacionales requieren respuestas coordinadas. Cuando las naciones se unen, los criminales son derrotados”, afirmó.
Finalmente, Sánchez subrayó la importancia de la diplomacia y la prudencia en los momentos de tensión internacional, señalando que “la seguridad, la soberanía y la paz son y seguirán siendo intereses supremos”.