El presidente Gustavo Petro le ordenó a la entonces canciller Laura Sarabia, durante un consejo de ministros, eliminar los requisitos para ser embajador en Colombia, entre ellos el dominio del inglés u otro idioma oficial de las Naciones Unidas o del país de destino.
“Le pedí a la canciller —no por Benedetti, porque él ya no lo necesita, sino por el presidente— que elimine todos los requisitos para ser embajador en Colombia, porque están usurpando la norma que establece que el presidente es el jefe de las relaciones exteriores”, afirmó el mandatario.
En cumplimiento de esa instrucción, la Cancillería publicó ayer un borrador de resolución que elimina este requisito como parte de los conocimientos básicos exigidos. La medida ha generado críticas dentro del gremio diplomático.
Blu Radio conversó con Julián Silva, presidente de Asodiplo (Asociación Diplomática y Consular de Colombia), quien calificó la decisión como un retroceso en la profesionalización del servicio exterior.
No se trata de que queramos que los funcionarios provengan de ciertos estratos sociales o de colegios bilingües o internacionales. El manual de funciones reconocía una realidad básica: en la mayoría de embajadas y representaciones de Colombia en el exterior, conocer un idioma de uso diplomático es esencial para ejercer efectivamente las funciones asignadas
explicó.
Silva también señaló que, antes de la publicación del borrador de resolución, esta fue socializada con la asociación por la canciller Rosa Yolanda Villavicencio, ocasión en la que Asodiplo expresó su inconformidad con la eliminación del requisito.
“Desde el punto de vista jurídico, estamos estudiando qué implicaciones tiene esta medida frente a principios básicos de la función pública y el servicio exterior. Por ejemplo, el principio de igualdad. El Gobierno dice que busca promover la igualdad al permitir el acceso de personas que no dominan un idioma extranjero. Sin embargo, si a un aspirante que ingresa desde la base, como tercer secretario, se le exige el manejo de un idioma, podría considerarse una violación a la igualdad que a quien accede directamente al rango más alto, el de embajador, no se le exija lo mismo”, concluyó.