¿Hubo pago de comisiones en la compra de los aviones Gripen? Esto respondió mindefensa
El ministro defendió la honorabilidad del proceso llevado a cabo directamente con el fabricante sueco.
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En entrevista con Mañanas Blu, el ministro de Defensa, general en retiro Pedro Sánchez, respondió a las inquietudes sobre la millonaria compra de los aviones de combate Gripen, un contrato avaluado en cerca de 3.135 millones de euros. El punto álgido de la conversación surgió al cuestionar si existieron comisiones ilegales o intermediarios en la negociación, mencionando rumores que, según los periodistas, salpicaban incluso a la primera dama, Verónica Alcocer.
El ministro rechazó tajantemente estas insinuaciones y negó cualquier tipo de pago a terceros. Asimismo, defendió la honorabilidad del proceso llevado a cabo directamente con el fabricante sueco.
"Aquí están afectando irresponsablemente el buen nombre no solamente de la empresa Saab, del Gobierno, mi nombre", dijo.
Ante la insistencia de la mesa de trabajo sobre la cultura histórica de intermediación en contratos de defensa, el ministro fue enfático en que tal conducta constituye un crimen que no será tolerado en esta administración: "Eso es un delito y tenemos que llevarlos, mejor dicho, a que paguen por ello", sentenció, tras confirmar con un rotundo "Nadie, no" a la pregunta sobre si alguien cobró comisiones.
Más allá de la polémica, el funcionario explicó la estructura del contrato. Aclaró que la cifra de 16,5 billones de pesos (aproximadamente) no corresponde únicamente a las aeronaves físicas, sino a un paquete integral de capacidad defensiva. Esta distinción es clave para entender la diferencia de precios frente a otras ofertas del mercado o modelos básicos.
"Lo que se adquiere no son aviones, se adquiere es una capacidad, y esa capacidad incluye que esas aeronaves tienen integrados sistemas de sensores de armas que permiten actuar más efectivamente", explicó el ministro.
Para ilustrar el punto, utilizó una analogía sobre la configuración de vehículos, argumentando que los sistemas de guerra electrónica y armamento elevan el costo final: "Comparar el precio de un avión pelado con un avión ya configurado con todas las capacidades [es un error]", puntualizó.
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El Ministerio de Defensa confirmó que la negociación se realizó bajo un modelo directo entre el Ministerio de Defensa y la empresa Saab, descartando un acuerdo de gobierno a gobierno en el sentido estricto, aunque hubo acompañamiento estatal. Respecto a la financiación, se detalló que el impacto fiscal se distribuirá a lo largo de casi una década, aliviando la carga inmediata sobre el presupuesto nacional.
"El pago está hasta el 2032. Se comienza el año entrante. Se destinaron 100 mil millones de pesos y los siguientes años, desde el 2027, con vigencias futuras, ya se comienza a pagar el grueso de ese contrato", detalló el alto funcionario.
Sobre la confidencialidad del contrato, el ministro defendió la reserva legal, argumentando motivos de seguridad nacional, aunque reconoció que esto puede generar suspicacias en la opinión pública.
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"Vamos a informar a la opinión porque es necesario... qué es lo que estamos adquiriendo, pero guardando también una reserva que no ponga en riesgo los acuerdos de confidencialidad que hay", concluyó.