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La minga camina y se crece en Bogotá, pero recordemos que el COVID-19 no se ha ido

La minga plantea varios escenarios complejos: las posiciones de las partes, aunque en el papel son cercanas, se encuentran distantes.

Minga indígena en Bogotá
Minga indígena en Bogotá
Foto: AFP

La minga indígena ya está en Bogotá y en las próximas horas se prevé que lleguen a la ciudad los representantes de otros pueblos autóctonos, como los misak, para respaldar las peticiones históricas de sus comunidades.

Inicialmente se han contabilizado cerca de 7.500 integrantes de las comunidades indígenas del Cauca, Caldas, Risaralda, Huila y otras zonas del país, que llegaron a la capital del país, pidiendo un encuentro directo con el presidente Iván Duque.

La minga plantea varios escenarios complejos: las posiciones de las partes, aunque en el papel son cercanas, se encuentran distantes porque mientras los representantes del CRIC insisten en un encuentro del presidente con todos los indígenas, el gobierno dice que sigue dispuesto a reunirse con sus representantes y por ahora descarta un encuentro con el jefe de Estado.

En ese escenario, el defensor del Pueblo Carlos Camargo ha intentado acercamientos durante todo el fin de semana, se ha reunido con los indígenas y con delegados del Gobierno Nacional, para lograr puntos de convergencia.

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Otra arista compleja tiene que ver con el nuevo frente de pelea entre la alcaldesa Claudia López y el gobierno del presidente Iván Duque, que aunque tienen derecho a tener posiciones divergentes en materia política, siguen teniendo grandes problemas para coordinar su tarea en la defensa de la salud y la tranquilidad de los bogotanos.

En materia de conflictividad social, esta semana el gobierno afronta un nuevo desafío, porque la minga indígena se sumará a los sindicatos y a los maestros agremiados en Fecode, que adelantarán un paro nacional el próximo miércoles 21 de octubre.

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En nuestro país está garantizado el derecho a la protesta, pero tanto los indígenas como los sindicalistas y otros participantes de las manifestaciones, deben tener en cuenta que el coronavirus no se ha ido y por lo tanto, deben analizar las consecuencias que puede tener para su salud y para la de miles de colombianos, participar en aglomeraciones y aún más si no se respetan las normas mínimas de protección. Ojalá esta semana no se convierta en un hito negativo en la trayectoria de la pandemia en Colombia.

Escuche la opinión y el análisis de Ricardo Ospina en Mañanas BLU:

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