Está de moda ahora preguntarle a lainteligencia artificial cualquier cantidad de cosas sobre el futuro. Interrogantes sobre si los humanos desaparecerán, si venceremos el calentamiento global, o sobre cómo serán ciertas cosas en determinado tiempo, entre otros... Realmente creo que esto responde al miedo que el ser humano le tiene a la incertidumbre. Nosotros queremos vivir desde las certezas, y creemos que la única manera de ser feliz es teniendo todo controlado.
No voy a negar que vivir con certeza es fundamental, porque nos genera un contexto de seguridad, y además de eso nos ayuda a superar dificultades y adversidades, pero necesitamos encontrarnos también con la incertidumbre y no tenerle miedo, sobre todo entender que es ella la que pone el punto de misterio a la vida que nos permite descubrir que no somos dueños de todo. Pero además de eso, es interesante entender que no vamos a saberlo todo nunca, que hay realidades que nos superan. Me parece una forma más que clara de describir las limitaciones humanas.
Creo que es necesario entender el valor de la incertidumbre en la existencia humana desde 3 aspectos:
1. Verla como un motor del trabajo científico y de nuestros esfuerzos por conseguir las metas. No saberlo todo nos motiva a seguir preguntándonos constantemente, a continuar en búsqueda de respuestas que nos llenen y satisfagan.
2. Entender que ella le da un halo de misterio a la existencia que hace que se vea como una fuente de sentido. Si supiéramos todo de antemano, no tendría propósito pararnos todos los días a intentar construir la vida que soñamos. Si tuviéramos la certeza de cómo se moverá la historia, se le perdería mucha magia a la vida.
3. Intentar comprender cómo ella nos hace conscientes de que no somos absolutos, que tenemos limitaciones que hay que aceptar y asumir si queremos ser felices. Eso cada uno debe aprender a tenerlo claro desde el autoconocimiento, sabiendo de qué sí y qué no es capaz.
Las certezas afirman y son necesarias, pero las incertidumbres nos hacen pensar en la vida más allá.
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