El precandidato presidencial del Centro Democrático Miguel Uribe Londoño adelantó este 19 de noviembre una agenda en Washington que combinó propuestas en materia de seguridad con críticas directas al Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Desde el Capitolio de los Estados Unidos, Uribe Londoño planteó la necesidad de un “nuevo Plan Colombia” y anunció que, de llegar a la Casa de Nariño, impulsará la transformación del actual Ministerio de Defensa en un Ministerio de Guerra.
Uribe Londoño sostuvo una reunión con los congresistas republicanos Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart, reconocidos detractores de Petro y con un historial de cuestionamientos a la política exterior del mandatario colombiano. El encuentro fue presentado como parte de una estrategia internacional orientada a reforzar la cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado transnacional.
Durante los encuentros, el precandidato expresó su respaldo a las operaciones que adelanta Estados Unidos en el Caribe para frenar las rutas marítimas del narcotráfico y desarticular redes criminales que operan en la región. En particular, subrayó la necesidad de intensificar la cooperación frente al llamado “Cártel de los Soles”, organización que, según el Gobierno estadounidense, opera desde Venezuela y ha sido sancionada por el Departamento del Tesoro como “terrorista global especialmente designada”.
“Una vez en el poder, aplicaremos con mayor fuerza y determinación un nuevo Plan Colombia, actualizado y orientado a neutralizar los carteles que amenazan la seguridad del hemisferio. Pondremos toda la capacidad del Estado al servicio de esta tarea”, aseguró Uribe Londoño en un comunicado de prensa.
El precandidato también anunció que de llegar a gobernar el país propondrá convertir el Ministerio de Defensa en un Ministerio de Guerra, como un mensaje político de “ofensiva frontal, sostenida y sin concesiones” contra el narcotráfico y las organizaciones criminales que, recordó, han dejado miles de víctimas en el país.
Esa idea, que rompe con la nomenclatura actual y evoca una lógica más militarista, busca diferenciarse de la apuesta de “paz total” del Gobierno Petro y se alinea con la misma decisión del cambio de nombre tomada por el presidente Donald Trump en septiembre.
En su cuenta de X, Uribe Londoño escribió: “Ha sido un honor reunirme con dos grandes líderes de los Estados Unidos de América, los congresistas @RepCarlos y @MarioDB. El fin de los narcoterroristas y de sus cómplices en este Gobierno está cada día más cerca”.
Los congresistas republicanos también se pronunciaron públicamente. Mario Díaz-Balart elogió la valentía de Uribe Londoño frente al asesinato de su hijo MigueL Uribe Turbay y volvió a cuestionar de forma severa las políticas del presidente Petro, a quien acusó de haber hecho a Colombia “menos segura” y de aumentar la violencia política, además de advertir que sus decisiones ponen en riesgo la histórica relación entre Bogotá y Washington.
Carlos Giménez, por su parte, calificó a Uribe Londoño como un dirigente que reúne “todas las cualidades para ser un excelente presidente de Colombia” y envió un mensaje de respaldo al país ante las próximas elecciones.
En otra publicación, el congresista fue más allá y lanzó un ataque personal contra Petro, a quien llamó “patético antisemita” y “drogadicto”, además de acusarlo de colaborar con narcoterroristas y de desprestigiar a Colombia a nivel internacional.
En la mañana, el precandidato también se reunió con el congresista republicano Gary Palmer y explicó que conversaron sobre tres prioridades: seguridad energética, cadenas de suministro confiables e industria más competitiva.
Esta gira política de Miguel Uribe Londoño por Estados Unidos se enmarca en la tensión diplomática que desde hace meses vive Colombia con ese país y también se da en medio de la crisis interna que vive el Centro Democrático en su camino por elegir un candidato presidencial para 2026.