"Es un milagro porque no muchos viven para contar la historia": minero rescatado en Remedios
Blu Radio conoció el relato de uno de los 18 mineros que vivieron para contar la historia del encierro que duró cerca de 18 horas.
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Como si hubieran vuelto a nacer, así se sintieron los 18 mineros que quedaron atrapados por varias horas en una mina del Nordeste antioqueño, aunque el tiempo jugaba en contra la esperanza de estos hombres nunca se agotó, por el contrario mientras en la superficie las autoridades trabajan a contrarreloj, ellos hacían lo que podían desde la angustia del encierro bajo tierra.
Uno de esos mineros que no perdió la fe fue Ferney Jaramillo Cano, quien habló con Blu Radio y con una sonrisa tan grande como sus ganas de seguir viviendo nos contó qué pasaba por su cabeza durante las 18 horas de encierro.
"Todos teníamos nervios por dentro, porque uno está pensando, ¿saldremos o no saldremos de acá? Uno a veces no le da tanto la lidia como describirlo. Es más de como una cosa es contarlo y otra cosa es vivirlo. El susto es mucho", narró.
Aunque Ferney asegura que siempre estuvieron optimistas del rescate, no negó que escuchar las paladas de los organismos de rescate generó un sentimiento de alivio indescriptible en palabras.
"La gente que ya escuchamos cómo golpeaban el terreno sacando y colocaban la madera para ir con nosotros, a uno le da una emoción, una emoción nerviosa, pues vienen por nosotros, vienen por nosotros, ya no nos vamos a quedar acá", mencionó.
Entre risas y aún con la fe a flor de piel, se conoció qué hicieron mientras los rescataban.
"Entre nosotros mismos hablábamos, recochábamos allá como para mantener la mente ocupada. Trabajábamos dentro del hueco botando esa carga que había floja ahí para mantener la mente ocupada y así no concentrarnos como a pensar cosas que no hubiéramos de pensar", destacó.
Y mientras todo esto sucedía y les suministraban el aire a través de mangueras, el milagro tomó forma y se pudo llegar hasta donde los hombres esperaban con ansias volver a salir del socavón para abrazarse con sus familias.
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"Cuando yo ya me guindé ese lazo, que voy para arriba, pues no sé, a uno le da como un momento de emoción, de sentimentalismo. Ya afuera, ese gentío que está ahí prácticamente luchando por todos nosotros, es muy emocionante. Y ya salir y encontrar la familia, los hijos", detalló.
Una vez afuera de la mina de oro y con plena conciencia de lo que acababa de pasar, Ferney aseguró que sabe que es una historia que pocos pueden contar.
"Es un milagro porque no muchos viven para contar la historia. Nosotros fuimos muy afortunados, muy bendecidos porque pudimos contar la historia", afirmó.
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Y aunque muchos piensen en que los mineros se tomarán su tiempo para volver a trabajar bajo la tierra, Ferney contó que, sin dormir mucho, y aún con el cansancio, está listo para volver a las minas.
"Sí, claro, es que esa la minería la llevo en la sangre. Eso es algo de que si mañana hay que volver a entrar a la minería, hay que entrar, uno queda con un poquito paniqueado. Pero de todas maneras, nosotros ya estamos enseñados a pasar por todo esto", indicó.
Con el milagro antioqueño hecho, los 18 mineros, que están en excelente estado de salud, son conscientes que la vida les dio una oportunidad única y por ello se reunirán en los próximos días para celebrar en el Cristo de Zaragoza.