Crece la polémica por el acto del presidente Gustavo Petro en Medellín, donde sacaron de la cárcel al menos nueve cabecillas de bandas criminales. La Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortíz, criticó fuertemente que estuvieran en primera fila en una tarima al lado del presidente Gustavo Petro porque no deben estar al mismo nivel. El expresidente Cesar Gaviria dijo que es indignante sacar a cabecillas de cárceles para que lo acompañen en un evento masivo.
A las voces de rechazo a lo ocurrido en la Plazoleta de la Alpujarra, el corazón de la institucionalidad el pasado fin de semana, por estar ubicada entre los edificios de la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, donde ante unas 4.000 personas, en primera fila con el presidente Gustavo Petro, varios ministros, senadores del Pacto Histórico, candidatos presidenciales como Daniel Quintero, estuvieran con gorras negras con un estampado de paz urbana alias 'Douglas', alias 'Tom'; alias 'Carlos Pesebre'; alias 'Vallejo'; alias 'El Indio'; alias 'El Tigre', entre otros, todos capturados en la primera alcaldía de Federico Gutiérrez.
La Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, aunque resaltó que el proceso de paz urbana es un camino positivo y necesario, pero recordó que estas personas son responsables de crímenes graves como homicidios, desapariciones forzadas, reclutamiento de niños, violencia sexual, entre otros y no deben tener un lugar de honra y distinción.
“Las tarimas no son un lugar propicio para los responsables de los crímenes. El lugar de los responsables es la sanción penal, el reconocimiento de su responsabilidad frente a las víctimas, dando y diciendo la verdad. Cuando se confunde el lugar de los responsables con el de actores políticos en un contexto electoral, no hay paz que sea posible”, afirmó.
Agregó que le preocupa la falta de coordinación entre el Gobierno nacional y el de Medellín, porque se necesita soluciones integrales, no confrontaciones institucionales.
“Desalienta ver la falta de coordinación del gobierno nacional con el municipal. Más que descoordinación, se advierte rivalidad. La ciudad de Medellín no debería ser escenario de disputa política entre los mandatarios. La obligación del presidente y del alcalde es la de articulación”, aseveró.
A la Defensora del pueblo se sumó el expresidente de Colombia, César Gaviria, que en un comunicado aseguró que este acto del mandatario coincide con el desprecio por el sufrimiento de las víctimas. Agregó que la polémica ocurrida en La Alpujarra lejos de ser un ejercicio democrático, representa una estrategia de confrontación, polarización y manipulación para abrirle camino a un proyecto personalista.
Asimismo expresó que, “buscar el apoyo de organizaciones criminales agrava aún más la intentona de Petro de romper el orden constitucional “.
Además, el expresidente Gaviria aseguró que el deseo de Gustavo Petro ha sido convocar a una Asamblea Constituyente y que no se trata de una simple coincidencia lo que pasó en Medellín, ya que, “suponemos que la Constitución Petro se hará con una papeleta para ejecutar el Pacto de La Picota”.