Una investigación de la Fiscalía, que buscaba develar todos los eslabones de la cadena del narcotráfico, dejó en evidencia a una red delincuencial que utilizaba una empresa de pinturas para desviar insumos químicos a gran escala, los cuales eran empleados en la producción de clorhidrato de cocaína.
A partir de las pruebas recopiladas, la Fiscalía informó que mediante esta compañía legalmente constituida, “la organización presuntamente obtenía diversas cantidades de hexano, acetato de etilo y otros disolventes, que posteriormente trasladaba y almacenaba en una bodega ubicada en Aguachica (Cesar), donde coordinaba su camuflaje y envío en tractocamiones a zonas clandestinas de procesamiento de estupefacientes en Norte de Santander”.
Las capturas de tres de los posibles integrantes de esta estructura se produjeron durante diligencias realizadas por la Fiscalía, de manera articulada con la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, en Ocaña (Norte de Santander) y Villavicencio (Meta).
Entre los capturados figuran Fredy Eduardo Barbosa Salazar y Daniel Celis Sepúlveda, “quienes serían los transportadores de los precursores”; y Uriel Carreño Montejo, “señalado de hacer vigilancias y alertar sobre los movimientos de la fuerza pública para facilitar el actuar criminal”, informó el ente acusador.
Estas personas, tras ser imputadas por los delitos de tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos y concierto para delinquir, fueron enviadas a la cárcel, de manera preventiva mientras se cumple el juicio en su contra.