Aunque la extraña desaparición por más de 72 horas de una familia atlanticense en Ciudad de México todavía genera más preguntas que respuestas, la próxima semana Aylin Paola Pautt, de 28 años; Edwin Fernando Núñez, de 41; y su pequeño hijo con poco más de un año; arribarán nuevamente a territorio colombiano tras ser encontrados en un albergue.
Al menos así lo confirmó a BLU Radio Mili Pautt, hermana de Aylin Paola, quien señaló que sobre las 5:00 de la tarde de este viernes recibió una llamada del cónsul de Colombia en México, Andrés Hernández, quien le manifestó que sus familiares se encontraban sanos y salvos en el lugar antes mencionado.
No obstante, el proceso de traslado de Pautt, Núñez y su pequeño hijo se dará hasta la próxima semana, una vez surtan los trámites diplomáticos correspondientes para que vuelvan a su natal Galapa, Atlántico.
"Reitero que el cónsul de Colombia en México, Andrés Hernández, se comunicó conmigo y me confirmó que los encontraron en un albergue sanos y salvos. Quedará para el día el lunes el proceso para que puedan llegar nuevamente a casa, pero ya estamos más tranquilos", dijo Pautt.
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De hecho, Hernández lo anunció minutos después a través de su cuenta de X precisando lo siguiente: "#ATENCIÓN La familia reportada como desaparecida (papá, mama e hijo) se encuentran bien y bajo la protección de las autoridades en el Estado de Puebla, están sanos y salvos, empezamos acciones para retornar a casa".
Pese a que no han recibido una foto y/o audio por el momento, Mili Pautt confía en que su hermana llegará pronto junto a su familia, tras completar más de 72 horas desaparecidos, luego de que el vehículo en el que se movilizaban desde Cancún a México fuera detenido a la altura de un retén en el Estado de Puebla.
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Y es que, como se recordará, Aylin quería llegar junto a su esposo e hijo a la Basílica de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México tras disfrutar de varios días de paseo en Cancún, pues tenían la intención de encomendar la salud del pequeño que padece de complicaciones respiratorias.
Sin embargo, lo que mantenía bajo zozobra a la familia de Aylin era la llamada que recibieron desde México en la que les advertían que debían pagar una fuerte suma de dinero si querían que sus allegados fueran dejados en libertad.