Pediatras se sumarían a paro de labores en red hospitalaria del Atlántico
El panorama preocupante no tiene respuestas por parte de la Gobernación del Atlántico, pese a los reclamos de los trabajadores.
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Este martes se cumple el quinto día de protesta por parte del personal del Hospital de Sabanalarga, perteneciente a la E. S. E. UNA, quienes exigen el pago inmediato de sus salarios, tras cinco meses sin recibir remuneración.
Enfermeros, auxiliares, médicos y otros trabajadores contratados bajo la modalidad de prestación de servicios, se mantienen en la suspensión de actividades para presionar sus pagos, pero, además, desde hoy decidieron no permitir el ingreso de ningún funcionario a sus puestos para detener también las labores administrativas que allí se adelantan.
Una enfermera, quien pidió la reserva de su identidad, señala que por fuentes externas a la entidad conocieron que hubo un millonario giro a las cuentas de la E. S. E. UNA, sin embargo, no hay respuestas frente a la posibilidad de que se realicen abonos a sus pagos en las próximas horas.
"Aquí llegan los giros, pero siempre es para proveedores, administrativos, los que están en nómina. A nosotros, los de OPS, nos dejan por fuera. Y somos la mayoría", denunció.
La trabajadora explicó que, aunque siguen prestando atención en casos como ingreso de niños, embarazadas y adultos mayores, no hay garantías para trabajar, pues hasta los guantes los están teniendo que comprar ellos.
Uno de los puntos que más indignación ha causado entre los empleados es la presunta llegada reciente de recursos económicos a la institución, que, sin embargo, no han sido destinados al pago de sus honorarios.
A su vez, el equipo de pediatras que laboran en el hospital Niño Jesús anunció, mediante una carta, que están dispuestos a irse a paro desde este viernes. Así lo explica Gustavo Romero, presidente de la Asociación de Pediatría del Atlántico.
"Es preocupante lo que están viviendo los médicos y todo el personal de salud. Son personas que requieren sus pagos. Por su puesto no somos capaces de dejar a los niños sin atención, pero se requieren respuestas", explica el médico.
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Aunque dice que los 40 niños que actualmente están siendo atendidos no serían dejados a la deriva, hay preocupación por lo que pueda ocurrir con la prestación del servicio a estos menores.