El subintendente de la Policía Nacional Yeison Eduardo García Albarracín fue enviado a la cárcel por orden de un juez de control de garantías de Bucaramanga, luego de ser señalado de haber facilitado el robo millonario a la joyería Italiana Franco, ocurrido el 23 de julio de 2024 en el centro comercial San José Plaza.
Según la Fiscalía, el uniformado habría entregado a los integrantes de la red criminal conocida como ‘Kilates’ dos armas de fuego, una de ellas traumática, y un uniforme de la Policía Nacional, elementos que fueron utilizados durante el asalto.
Las investigaciones también indican que el procesado habría filtrado información judicial sobre el caso y se habría comprometido a borrar los videos de cámaras de seguridad de una bodega donde los delincuentes planearon el robo.
El subintendente García Albarracín fue capturado por la Policía en Bogotá en cumplimiento de una orden judicial. La Fiscalía le imputó los delitos de hurto calificado y agravado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones, utilización ilegal de uniformes e insignias y cohecho propio, cargos que no aceptó. Por solicitud del ente acusador, el juez le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
El caso está relacionado con el violento asalto registrado la mañana del 23 de julio de 2024, cuando seis hombres ingresaron armados a la joyería Italiana Franco, ubicada sobre la carrera 17C con calle 56, en el centro comercial San José Plaza.
Las cámaras de seguridad registraron cómo dos de los delincuentes, vestidos con uniformes de la Policía, desarmaron al vigilante y lo golpearon, mientras otros cuatro hombres rompieron vitrinas y llenaron costales con anillos, cadenas y aretes.
Los hombres ingresan, colocan en indefensión al vigilante y proceden a hurtar las bandejas en donde se encontraban anillos, cadenas y aretes.
Por este mismo crimen, la Fiscalía y la Policía Nacional capturaron entre el 23 de octubre y el 6 de noviembre de 2024 a nueve integrantes de la red ‘Kilates’. En septiembre pasado, varios de ellos fueron condenados a penas entre 10 y 11 años de prisión por su participación en el millonario hurto.