Las clínicas privadas de Barrancabermeja atraviesan una de las crisis más profundas en su historia reciente, advirtiendo sobre el riesgo inminente de un colapso total en la atención médica que prestan a miles de ciudadanos. La raíz del problema, según denuncian sus representantes, está en los serios retrasos y reducciones en los pagos por parte de las EPS intervenidas por el Gobierno.
El doctor Luis Fernando Castro, médico y abogado, explicó que antes de la intervención estatal a las entidades promotoras de salud, las clínicas recibían mensualmente alrededor del 70% del valor facturado por sus servicios.
Sin embargo, desde hace más de un año, los pagos han caído drásticamente: en algunos meses no llega dinero, y en otros apenas se gira entre el 10% y el 30% de lo adeudado.
Este déficit financiero ha puesto contra las cuerdas la operación de las instituciones médicas, que enfrentan dificultades para pagar salarios, contratar personal especializado y adquirir insumos vitales como medicamentos, oxígeno y hemoderivados.
“La situación es tan grave que hemos reportado deudas por más de 22.000 millones de pesos, y la suma total que el Estado debe a supera los 100.000 millones, una cifra sin precedentes en el distrito petrolero”, dijo un vocero de las clínicas.
La falta de flujo de recursos ha generado la salida de especialistas y proveedores, quienes se rehúsan a seguir prestando servicios en medio de la incertidumbre financiera. Esto ha reducido la capacidad de atención y compromete seriamente la calidad del servicio a los pacientes.
Además del impacto directo sobre la salud de la población, la crisis amenaza la estabilidad laboral de unas 200 personas vinculadas directamente a las clínicas, así como a un número indeterminado de trabajadores indirectos y contratistas.
Los representantes de las clínicas temen que, si no se toman medidas urgentes, el cierre de los servicios privados provocará una sobrecarga insostenible en el Hospital Regional del Magdalena Medio, la principal institución pública de referencia en la región.
Ante este panorama crítico, los directivos del sector privado de salud en Barrancabermeja han lanzado un llamado desesperado al Gobierno Nacional y a las autoridades sanitarias para que se implementen soluciones urgentes y se restablezca el flujo de recursos, evitando así el desplome del sistema de salud en el distrito petrolero.