La Secretaría de Salud de Santander confirmó cinco casos de tosferina en el departamento durante la semana epidemiológica 26, que corresponde al periodo entre el 22 y el 28 de junio de 2025.
Según el reporte del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila), tres de los casos se presentaron en Bucaramanga y dos en Piedecuesta.
Aunque se han notificado 39 casos probables, 28 ya fueron descartados y seis aún están en estudio. Las autoridades sanitarias aseguraron que, tras la investigación de campo, no se ha identificado un vínculo entre los casos confirmados, por lo que no se considera un brote activo.
Aun así, el incremento frente al mismo periodo del año pasado, cuando solo se registró un caso, mantiene en alerta a los organismos de salud.
“El aumento no representa una epidemia, pero sí evidencia una mayor circulación del virus, especialmente entre los menores de edad”, señaló Slendy Paola Leal Gelvez, referente de inmunoprevenibles de la Secretaría de Salud Departamental.
La incidencia en la población general es de 1,63 casos por cada 100.000 habitantes, pero se eleva a 12,68 en menores de cinco años, quienes son más vulnerables debido a su sistema inmunológico inmaduro y, en muchos casos, a la falta de vacunación completa.
La tosferina: enfermedad antigua, pero peligrosa
La tosferina es una infección respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se transmite fácilmente por gotas al toser, estornudar o hablar. Según la experta Lusayda Sánchez Corrales, magíster en Investigación de Enfermedades Infecciosas y estudiante del doctorado en la Universidad de Santander (UDES), una sola persona infectada puede contagiar entre 12 y 17 personas.
En lactantes, la enfermedad puede provocar complicaciones graves como neumonía, apnea (pausas en la respiración), cianosis (coloración azul de la piel) y, en los casos más severos, la muerte. “Los más pequeños pueden enfermar antes de completar sus vacunas, por eso son los más susceptibles a formas graves de tosferina”, advirtió Sánchez.
Además, los adultos mayores o personas con enfermedades crónicas, como diabetes o trastornos autoinmunes, también corren un riesgo elevado, debido a la menor capacidad de respuesta de su sistema inmunológico.
¿Por qué está reapareciendo?
La reaparición de la tosferina en Colombia, a pesar de ser una enfermedad prevenible por vacunación, obedece a varios factores. Uno de los principales es la disminución de la inmunidad con el tiempo. “La vacuna es efectiva, pero su protección se reduce si no se aplican los refuerzos indicados”, explicó Sánchez Corrales.
A esto se suma la aparición de cepas más virulentas de la Bordetella pertussis, así como la baja cobertura de vacunación en algunos grupos poblacionales. “La bacteria ha evolucionado. Si encuentra personas sin protección, puede propagarse con rapidez”, alertó la investigadora.
El esquema nacional de vacunación contempla varias dosis de la vacuna contra la tosferina durante la infancia, con refuerzos hasta los 7 años. No obstante, los expertos insisten en la necesidad de continuar con refuerzos en la edad adulta.
“Se recomienda una dosis de refuerzo cada 10 años en adultos, especialmente en quienes están en contacto con bebés menores de dos meses, ya que estos aún no han completado su esquema”, explicó Sánchez.
La efectividad de la vacuna en el primer año alcanza el 98%, pero desciende a cerca del 65% cinco años después de la última dosis si no se refuerza.
Las autoridades invitan a padres, cuidadores y adultos mayores a verificar su esquema de vacunación y acudir a los centros de salud para evitar que el repunte de casos se convierta en una amenaza mayor para la salud pública.