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Un balance de 45 emergencias, de las cuales 12 son de gravedad, dejó la tormenta eléctrica en Bucaramanga, donde se registraron árboles caídos de gran tamaño, techos desprendidos, aludes de tierra, viviendas afectadas y daños en infraestructura. Es el panorama de la ciudad donde los organismos de socorro continúan la evaluación.
Uno de los sectores más impactados fue el barrio Villa Helena Norte, donde varios árboles cayeron sobre vehículos estacionados y causaron daños materiales. En el barrio Galán, se mantiene la alerta por el aumento del caudal del río de Oro, lo que representa riesgo de desbordamiento. Además, varios sectores de la ciudad continúan sin servicio de energía eléctrica, mientras se avanza en las labores de restablecimiento.
Didier Rodríguez, director de la Oficina de Gestión del Riesgo del municipio, confirmó que “se han registrado afectaciones por caída de árboles, deslizamientos, daños en techos, vías y fachadas de casas y colegios. En el sector rural también hemos recibido reportes de ediles con afectaciones viales importantes”.
En materia de movilidad, el mayor Carlos Vergara, jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte de Santander, informó que se mantienen cuatro puntos críticos en la vía Bucaramanga – Cúcuta, especialmente en el kilómetro 7, donde se permite el paso únicamente a un carril mientras se remueven árboles y material de arrastre.
Sin embargo, también hay restricciones parciales en las rutas hacia Bogotá y la Costa Atlántica.
El sector educativo también resultó golpeado por la emergencia: tres colegios reportaron daños estructurales, el INEM, el Liceo Patria y una sede del colegio Dámaso Zapata.
Las autoridades realizarán inspecciones técnicas para evaluar el nivel de riesgo para los estudiantes, y no se descarta la suspensión temporal de clases o la reubicación de los alumnos en otras sedes.
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Desde la Alcaldía de Bucaramanga y los organismos de socorro continúa el trabajo para mitigar los efectos de la emergencia y llevar ayuda humanitaria a las familias más afectadas.
Se recomienda a la ciudadanía reportar cualquier situación de riesgo y seguir las instrucciones de las autoridades locales.