Sandra Martínez, el ángel de las trabajadoras sexuales trans en Armenia
Sandra Martínez es una mujer trans, líder de un grupo de 42 mujeres trans en Armenia, quienes ante la falta de oportunidades en los últimos años han tenido que recurrir a la prostitución para poder vivir.
Este grupo está conformado por mujeres de diferentes ciudades del país y de Venezuela, se conocieron ejerciendo el trabajo sexual. Sandra es la mayor, se ven como una familia, y ella es quien hace el papel de madre, gestiona con la Alcaldía todo lo necesario para cuidar la salud de las mujeres; pruebas de enfermedades de transmisión sexual como VIH, sífilis, hepatitis b y preservativos. Incluso, en los peores momentos, Sandra busca la forma de brindar apoyo con ropa y comida.
“Nosotras somos una familia, mantenemos pendientes de todas, también hay problemas, pero se solucionan. La mayoría salimos de nuestro hogar desde muy temprana edad porque en muchas familias hay rechazo por pertenecer a la comunidad LGBTI y no aceptan eso. Como salimos muy jóvenes no tenemos estudio y perdemos oportunidades por no estar capacitadas, nos toca por obligación salir a las calles a prostituirnos”, explicó Sandra a BLU Radio.
Sandra Martínez Foto: suministrada
En este momento buscan salir adelante, pero viven de lo que producen a diario así que no cuentan con los recursos para continuar con sus estudios. A pesar de que las gobernaciones locales de los últimos años han intentado ayudar con programas, ha sido difícil porque el apoyo no es constante. Igualmente, enfrentan distintos tipos de maltrato y rechazo; Sandra explicó que la discriminación va más allá de las campañas gubernamentales o políticas, pues día a día luchan contra el muro de odio construido por las personas transfóbicas en Armenia.
Sandra Martínez Foto: suministrada
“Las chicas luchan mucho, hay clientes que no les pagan, las personas que pasan por la calle les gritan, van en su carro y les tiran huevos o papas, cualquier objeto que tengan en la mano, muchos piensan que eso es un tipo de diversión, cuando para nosotras es un sufrimiento. Nos ponemos bien bonitas para trabajar y estar paradas para que nos tiren un huevo, es muy triste, son muchos los problemas que se viven en las calles”, agregó.
Sandra Martínez Foto: suministrada
La ‘madre Sandra’, como la llama el colectivo, pide tolerancia a todas las personas de la ciudad para que las respeten, que dejen los prejuicios y estigmas a un lado, las conozcan y no les cierren las puertas por ser mujeres trans y así todas puedan dejar el trabajo sexual, el cual ejercen por necesidad y no por gusto.
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