Por este raro experimento de la NASA voluntarios pasarán 400 días en 165 metros cuadrados
Le contamos cuál es el objetivo de este extraño experimento de la NASA que está relacionado con viajar a Marte.
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En una apuesta por anticiparse a los retos que implicará el envío de humanos al planeta rojo, la NASA ha lanzado una ambiciosa simulación en la que cuatro voluntarios pasarán 378 días dentro de un hábitat marciano impreso en 3D. La experiencia, que se desarrolla en las instalaciones del Centro Espacial Johnson, en Houston, tiene como objetivo evaluar el impacto físico y psicológico de una misión prolongada en condiciones similares a las de Marte.
El espacio asignado para esta prueba es reducido: solo 165 metros cuadrados. Dentro de este entorno, denominado Mars Dune Alpha, los participantes deberán convivir bajo estrictas condiciones que imitan una misión interplanetaria real. Limitaciones en recursos, fallos simulados en el equipamiento, aislamiento prolongado, estrés constante y retrasos en las comunicaciones son solo algunas de las dificultades que enfrentarán durante más de un año.
Más allá de simplemente resistir las condiciones adversas, los voluntarios tienen una agenda de trabajo que incluye simulacros de caminatas marcianas, manejo de equipos robóticos, cultivo de alimentos en un huerto experimental y experimentos científicos variados. La misión también servirá para poner a prueba tecnologías clave, como un sistema de purificación de agua potable y equipos médicos avanzados de diagnóstico diseñados para operar sin asistencia desde la Tierra.
La NASA afirma que esta experiencia es fundamental para identificar posibles riesgos en misiones reales de larga duración y desarrollar estrategias para mitigarlos. “Estos escenarios nos permiten realizar análisis sólidos sobre los peligros y las intervenciones necesarias para garantizar el éxito de las futuras expediciones humanas más allá de la Tierra”, señalaron voceros de la agencia espacial.
Uno de los aspectos más críticos de la simulación es el componente humano. Al vivir durante más de un año en un entorno cerrado, lejos del contacto directo con el exterior y con restricciones en la comunicación, los investigadores analizarán cómo evoluciona la salud mental y el desempeño físico de la tripulación. Estos datos son esenciales para planificar futuras misiones que podrían durar varios años, incluyendo el viaje de ida y vuelta a Marte.
Además de la investigación científica y tecnológica, la misión busca entender cómo los humanos responden al aislamiento extremo y la rutina operativa en un entorno hostil. Este tipo de experimentos no solo prepara a la NASA para lo desconocido, sino que también abre puertas a innovaciones que podrían tener aplicaciones aquí en la Tierra.
Con esta simulación, la agencia da un paso más hacia la exploración tripulada de Marte, una meta que se vuelve cada vez más tangible. Los resultados obtenidos servirán como base para diseñar hábitats, protocolos y tecnologías que algún día acompañarán a los primeros astronautas que pisen el suelo marciano.
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