La Superintendencia de Industria y Comercio aprobó la integración entre Tigo y Movistar, aunque con condicionamientos. Esto ocurrió a pesar de que algunos sectores cuestionaron la decisión. Por ejemplo, WOM (una de las compañías del sector) envió el 13 de noviembre una carta abierta al presidente Gustavo Petro en la que advertía que, de concretarse, la integración no fortalecería la competencia sino que crearía una estructura de mercado altamente concentrada, con posibles consecuencias negativas para los usuarios.
Entre los riesgos mencionados por WOM están un eventual aumento en los precios al consumidor, la reducción de la cobertura, la ampliación de la brecha de conectividad y la profundización de desigualdades territoriales y socioeconómicas.
De acuerdo con el documento, algunas de las condiciones impuestas por la SIC son:
“El operador integrado debe garantizar acceso mayorista a la RAN para entrantes, incluido WOM. No podrá usar ofertas comerciales agresivas que puedan interpretarse como prácticas de exclusión de competidores. Todos los ajustes contractuales con terceros quedarán bajo la supervisión del auditor externo y de la SIC”.
Cabe mencionar que este proceso se estudia desde enero de este año, cuando se radicó la solicitud de integración. Con la aprobación, nace un nuevo megaoperador de telecomunicaciones en el país.
La fusión Tigo-Movistar
Este es un nuevo anuncio en un sector que ha vivido profundos cambios recientes por el anuncio de una unión en una compañía de propiedad común entre dos grandes del sector: Movistar y Tigo.
Las empresas firmaron el año pasado un acuerdo para crear una red compartida de acceso móvil, con el fin de mejorar la calidad del servicio en más de 900 municipios de Colombia, que ahora se materializa.
Adicionalmente a esta integración tecnológica, el grupo Telefónica anunció en julio pasado en Madrid un acuerdo no vinculante con el grupo Millicom, controlador de Tigo, para explorar una posible operación corporativa con respeto a los activos que ambos grupos tienen en Colombia, lo que podría implicar la venta de las acciones del grupo español en Telefónica Colombia.
La unión entre Tigo y Movistar y la delicada situación de WOM dejaba al sector con un mercado muy poco competitivo que con la mexicana Claro tenía solo dos únicos actores.
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