No es la de El Peñol: la otra piedra turística que queda a 3 horas de Medellín y tiene mirador
Antiguamente el lugar era conocido como “La Teta” o “La Teta de la Vieja”. Esto cambió, sin embargo, por iniciativa de un sacerdote local.
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En el Oriente de Antioquia, entre montañas cubiertas de bosque y rodeadas de ríos cristalinos, se levanta una formación que empieza a llamar la atención de los viajeros: la Piedra El Tabor, un imponente monolito ubicado en el municipio de San Carlos, a tan solo tres horas de Medellín. Considerada por muchos como la segunda piedra más grande de Antioquia, esta maravilla natural compite en tamaño y belleza con la famosa Piedra del Peñol, en Guatapé.
Con cerca de 200 metros de altura sobre su base y a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, El Tabor ofrece una vista panorámica de 360 grados que permite apreciar los paisajes del Oriente antioqueño y parte del Magdalena Medio. Desde su cima, además, se pueden divisar municipios como San Luis, Puerto Nare y Puerto Triunfo, además de un extenso tapiz verde de bosques y quebradas.
El ascenso a la piedra es toda una aventura. La ruta de senderismo, de aproximadamente 11 kilómetros ida y vuelta, atraviesa caminos rurales, cascadas y tramos empinados que recompensan al visitante con una de las vistas más espectaculares de la subregión. Por eso, El Tabor se ha convertido en un destino ideal para los amantes del ecoturismo y el senderismo, que buscan experiencias auténticas, de desconexión y menos masificadas que las de otros sitios turísticos del departamento.
Su historia también guarda curiosidades, pues antiguamente el lugar era conocido como “La Teta” o “La Teta de la Vieja”. Esto cambió, sin embargo, por iniciativa de un sacerdote local que pasó a llamarla El Tabor, en alusión al monte bíblico donde Jesús solía retirarse a orar. Por esta razón, en gran parte, actualmente esta piedra no solo tiene valor natural, sino también simbólico y cultural para los habitantes de San Carlos.
Hay que señalar, finalmente, que aunque el sitio aún carece de infraestructura turística formal, su atractivo crece cada año. El Tabor es, sin duda, una joya natural que promete convertirse en uno de los nuevos destinos imperdible de Antioquia, ideal para quienes buscan naturaleza, aventura y paisajes inolvidables a pocas horas de Medellín y en la subregión del Oriente, donde también se ubican un popular balneario y una de las piscinas naturales más grandes del departamento.