En la vereda Rancho Quemado del municipio de Segovia, en el nordeste antioqueño, permanecen desde hace varios días las 98 familias, compuestas por 300 personas, que salieron desplazadas de las veredas Arenales, Jagua, El Aguacate; Monte Frío y San José del Pescado, por el temor que han sembrado el clan del Golfo y el ELN en el territorio.
Aunque, según el alcalde Didier Osorio, el enfrentamiento entre estos dos grupos se estaría dando a 60 kilómetros de sus veredas, las familias tienen miedo de retornar por lo que pidió al Gobierno Nacional una intervención pronta y real.
"Hacemos un llamado al Gobierno Nacional, a los Ministerios de Defensa e Interior, y a la Alta Consejería para la Paz, para buscar salidas concertadas a través del diálogo, que es el único camino que existe. Aquí no queremos más confrontaciones y mucho menos que se vean afectadas las comunidades campesinas" expresó el alcalde de Segovia, Didier Osorio.
Las familias desplazadas están siendo atendidas por la unidad de víctimas y la Alcaldía, que han entregado a la fecha más de seis toneladas de alimentos, 200 colchonetas y 300 kits de aseo.
Publicidad
Entre tanto, debido a las confrontaciones armadas, más de 100 niños llevan varias días sin poder asistir al colegio.
Le puede interesar:
Publicidad