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Sicarios asesinan a un hombre y a su hijo de 5 años en el sur de Barranquilla

Lo sicarios atentaron contra Luis Carlos Feifo Garzón, conocido con el apodo de ‘Jopo Gordo’, quien se encontraba sentado a las afueras de su casa en compañía de su hijo.

Los cuerpos de padre e hijo fueron llevado a Medicina Legal en Barranquilla.
Los cuerpos de padre e hijo fueron llevado a Medicina Legal en Barranquilla.
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Consternados se encuentran los habitantes del barrio Siete de Abril, suroccidente de Barranquilla, donde sicarios en moto asesinaron a un hombre de 33 años y a su pequeño hijo, un niño de solo 5 años de edad.

El atentado ocurrió hacia las 9:00 de la noche cuando Luis Carlos Feifo Garzón, conocido con el apodo de ‘Jopo Gordo’, se encontraba sentado a las afueras de su casa en compañía de su hijo.

Testigos narraron a las autoridades que el parrillero de una moto, sin bajarse del vehículo, disparó en tres oportunidades a su víctima sin mencionar una sola palabra y sin importar que junto a él estaba el niño a quién también impactó una de las balas.

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“Rechazamos este hecho lamentable donde fue asesinado un niño de 5 años. Se desplegó de inmediato toda la capacidad investigativa para el esclarecimiento del mismo y dar con la captura de los responsables”, dijo el coronel César Sarabia, Subcomandante Policía Metropolitana de Barranquilla.

El oficial señaló que aún no hay capturas por este doble homicidio, sin embargo, ya tienen una hipótesis que apunta a que el móvil obedece a un ajuste de cuentas por tráfico de estupefacientes.

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“Alias ‘Jopo Gordo’, tiene cuatro anotaciones judiciales entre ellas unas por estupefacientes. Esto de acuerdo a una hipótesis inicial obedece a una retaliación por el control de la venta de estupefacientes en el sector”, informó el coronel.

Las víctimas fueron llevada a un centro asistencial donde médicos confirmaron la muerte de padre e hijo.

Fernando Feifo, padre y abuelo de las víctimas, cuenta que su nieto era un niño al que le gustaba mucho el baile, tanto, que minutos antes del atentado le habían grabado un video demostrando su habilidad.

“Llegó una moto y el parrillero les disparó. El último tiro se lo pegó al niño, un niño feliz y alegre, que le gustaba mucho el baile. Él era un inocente, apenas estaba empezando a vivir la vida”, recalcó Fernando.

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