La incertidumbre por el impacto fiscal de la reforma al sistema general de participaciones que se discute en el Congreso fue clave en la decisión del Banco de la República de bajar las tasas de interés 50 puntos básicos y no en 75 puntos como deseaba el Gobierno, así quedó consignado en las minutas de la última reunión de la junta directiva.
El Congreso aprobó en el sexto de ocho debates una reforma que establece un aumento significativo de las transferencias que el Gobierno nacional tendrá que hacer a alcaldías y gobernaciones a pesar de las advertencias de varios centros de estudios como Fedesarrollo, Anif e, incluso, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, quienes aseguran que el proyecto podría dejar al Gobierno central sin presupuesto de inversión y al borde de la quiebra.
Para el Banco de la República es evidente que la aprobación de esa reforma fue clave en la disparada del precio del dólar en Colombia, en especial porque no está claro que el aumento de las transferencias vaya a darse al mismo ritmo al que se redefinen las competencias de los gobiernos locales y el Gobierno nacional.
"La fuerte devaluación de la tasa de cambio observada durante las últimas semanas, que si bien ha sido un fenómeno común para otras economías latinoamericanas en un contexto de incertidumbre sobre las condiciones financieras globales, en el caso colombiano se ha visto acentuada por la notable caída de los precios internacionales del petróleo, la creciente preocupación por el financiamiento del presupuesto de 2025 y la incertidumbre por las perspectivas fiscales de mediano plazo asociadas al proyecto de Acto Legislativo sobre las transferencias a los entes territoriales. Despejar estas dudas es un requisito indispensable para serenar los mercados y mantener la estabilidad macroeconómica del país. Destacaron que el debilitamiento del peso y de otras monedas de la región se ha dado a pesar de la importante reducción de la tasa de interés de la Reserva Federal en su reunión de septiembre. Ello reduciría el margen de maniobra para continuar con el relajamiento de la política monetaria al ritmo que se ha venido llevando a cabo hasta el momento", indicó el documento.
Quienes votaron por una reducción más agresiva de las tasas dijeron estar confiados en que, como se ha logrado en el pasado, "las instituciones y la voluntad lograrán alcanzar un consenso para encontrar una fórmula que evite el deterioro fiscal y disipar los temores en los mercados".
Sin embargo, el grupo mayoritario teme que el nerviosismo del mercado siga aumentando el precio del dólar y eso termine impactando a la inflación, pero también dijo estar preocupados por la posibilidad de que el salario mínimo suba por encima de las proyecciones del equipo técnico del banco (6.3 %) y que la inflación en servicios y comidas fuera del hogar continúa siendo elevada.
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