La presunta
Los hechos se remontan al pasado mes de enero, en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Cali, cuando el esposo de la ministra Vélez y su hijo menor de edad se disponían a tomar un vuelo con destino a Suiza. Sin embargo, el esposo de la funcionaria no presentó el permiso requerido para la salida del país del menor, lo cual implicaba que no se le permitiría abandonar Colombia.
Ante esta situación, según las informaciones, la ministra habría contactado a un funcionario de Migración Colombia para solicitarle que permitiera la salida de su esposo e hijo sin el documento correspondiente, prometiendo presentarlo a su regreso.
La gravedad de esta situación radica en la posible comisión del delito de tráfico de influencias por parte de la ministra Irene Vélez. Se cuestiona si el trato diferencial que se habría otorgado a la funcionaria y su familia, debido a su cargo, constituye una utilización irregular de su posición de autoridad. El tráfico de influencias implica un abuso de poder con el objetivo de obtener beneficios o privilegios indebidos.
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Además de la
Es de señalar que, por su parte, la Sala de Instrucción Disciplinaria de la Procuraduría buscará determinar también si la funcionaria persuadió al servidor para que facilitara la salida del país del menor, pese a no disponer del permiso que para este tipo de situaciones exige la ley. La indagación previa busca determinar si hubo o no una falta disciplinaria.
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