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Desde el debate de control político citado en la comisión segunda de la Cámara de Representantes el canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, se refirió a la polémica licitación de pasaportes y explicó lo que según él ocurrió en la adjudicación del contrato a Thomas Greg & Sons por parte del exsecretario general José Antonio Salazar. Dijo que, aunque le entregó las instrucciones a la secretaria general, no le dio la responsabilidad.
“Sin mi instrucción, el secretario general de ese entonces tomó la decisión de reactivar una licitación que estaba completamente cerrada. Yo delegué instrucciones, pero no la responsabilidad. Eso fue un proceso de irregularidad y de abuso de confianza legítima y ese es el proceso que vamos a enderezar. Nos encontramos en la etapa de hacer consultas”, dijo el funcionario.
Esta sería una contradicción más, pues el 23 de febrero, cuando el mismo canciller devolvió a la secretaria la conducción del proceso licitatorio emitió un documento en el que ordenaba, abro comillas, “Reasignar la competencia para dirigir el proceso licitatorio sobre pasaportes, así como los trámites administrativos, presupuestales, jurídicos, y, en general, todos los actos relacionados con el mismo, a la Secretaría General”.
El canciller agregó que como una de las alternativas para solucionar el lío de los pasaportes en el país se plantea fortalecer la producción nacional de los pasaportes. “Queremos que se fortalezca la capacidad pública de producir nuestros pasaportes y eso es un criterio central para esta administración y este Gobierno. Me comprometo a mantenerlos informados de las decisiones y evolución de este proceso. Después de la consulta vamos a sentarnos con los interesados y quienes sienten que les afectaron un derecho para discutir esto”.
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