Dramático relato de colombiano que estuvo como político en Venezuela: “Me tildaban de espía”
Abogado de profesión y con 35 años de edad, Colmenares se desempeñaba como profesional jurídico para una organización dedicada a velar por la población migrante, especialmente la venezolana.
Iván Colmenares, un ciudadano colombiano oriundo de Cúcuta, compartió el crudo testimonio de su prolongada detención bajo el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Abogado de profesión y con 35 años de edad, Colmenares se desempeñaba como profesional jurídico para una organización dedicada a velar por la población migrante, especialmente la venezolana. Su caso es uno de los muchos reportados de presos políticos en Venezuela, que actualmente superan los 800.
Nicolás Maduro //
Foto: AFP
Detención arbitraria
La detención de Colmenares ocurrió el 4 de noviembre del año pasado. Se dirigía de Arauca a Cúcuta para visitar a su madre durante el festivo. Mientras sellaba su pasaporte en la frontera, un funcionario le indicó que esperara la autorización de entrada al país, un trámite que era común desde el restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela.
A partir de ese momento, fue detenido bajo engaños, con promesas de que solo se trataba de una entrevista.
Contratista del Ejército se comunicó con su familia 6 meses después de su detención en Caracas
Foto: Blu Radio
Desde el inicio, Colmenares asegura que se cometió una clara violación al debido proceso y al derecho internacional relacionado con los derechos humanos, incluyendo la privación de comunicación con su gobierno o embajada.
Debido a su perfil, las autoridades venezolanas lo definieron como un riesgo para la soberanía del país, lo que llevó a que fuera automáticamente tildado de "espía". Colmenares señala que todo fue un "montaje o una mentira".
Colmenares fue trasladado primero a Boleita, o a las instalaciones del DGE en Caracas, para luego ser llevado al Servicio Especial de Máxima Seguridad (CESMAS), conocido como El Rodeo Uno, donde permaneció la totalidad de su detención. Esta es una prisión de máxima seguridad donde recluían a personas de "extremo grado de peligrosidad".
Las condiciones eran sumamente difíciles: vivían 23 horas al día en una celda. En ocasiones, tuvieron que esperar mucho tiempo para ser sacados siquiera una hora al día. En ciertos periodos, Colmenares y otros reclusos pasaron más de tres o cuatro meses encerrados 24 horas. La información sobre el mundo exterior o sobre su propio proceso era "nula". El único contacto informativo provenía de programas de propaganda venezolana, como Maduro más o el mazo dando, que utilizaba el gobierno como un "diario" semanal.
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El régimen de Maduro repite que respeta los derechos y libertades de los detenidos; sin embargo, Colmenares experimentó la incomunicación total: pasaron siete meses antes de que pudiera tener su primera llamada de 5 minutos con su madre.
El papel de su mamá desde Colombia
La liberación de Colmenares fue tan incierta como su detención. No tenían conocimiento previo de que iban a ser puestos en libertad, al igual que ocurrió con compañeros estadounidenses liberados anteriormente.
Su madre, Doña Dolly, fue una figura fundamental y "una guerrera" en su lucha por la libertad, realizando entrevistas y arrodillándose en el puente de Cúcuta para pedir por su hijo. Ella fue una "protagonista" en los micrófonos de Blu Radio.
Al obtener la libertad, Doña Dolly expresó su inmensa alegría y agradecimiento. Lo primero que pidió Iván al regresar fue comer carne, ya que solo le habían dado pollo en prisión.
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Iván le pide al gobierno venezolano y a sus autoridades, incluyendo al fiscal general Tareek William Saap, que revisen estos casos y les den pronta celeridad para que estas personas puedan regresar a su núcleo familiar y a su país de origen.
Colmenares y su madre prometen seguir luchando y acompañando a las familias de los colombianos que aún permanecen en detención.