Antes de finalizar el 2022, el
Sin embargo, este cese al fuego tendrá un acompañamiento de organismos internacionales y otros nacionales como es el caso de la Iglesia católica, que fue clara en señalar que su trabajo se centrará en el monitoreo y
“El monitoreo es una labor más de acompañamiento a las comunidades, de ayudar a que las comunidades puedan expresarse, que puedan dar a conocer sus voces de aliento, respaldo, de preocupaciones e inquietudes y la Iglesia hace monitoreo. Los monitoreos son más labores de diálogo de escucha permanente, es una labor de acompañamiento que ayuda a entender, que ayuda a llevar pedagogía a los territorios y ayuda a crear confianza”, detalló monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) para las relaciones Iglesia-Estado
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El representante de la
“Hasta ahora es una labor que ha sido hecha en otros ceses al fuego anteriores, por ejemplo, por las Farc y también con el ELN en el pasado y esas verificaciones fueron hechas por las Naciones Unidas que tiene la capacidad técnica y tiene el personal formado para ello, porque ahí hay que adoptar una serie de medidas que son de carácter técnico”, agregó monseñor Henao en dialogo con Blu Radio.
Para Monseñor, el anuncio hecho por el presidente Gustavo Petro beneficia, especialmente, a los pobladores de regiones como Arauca, Norte de Santander, Caquetá, Putumayo, Chocó, Cauca y el nordeste antioqueño, zonas donde la mayor influencia la tienen esos grupos armados y donde hay más delitos y más ataques contra la población civil.
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