En el marco del debate presidencial realizado durante el Congreso Colombiano de la Construcción, organizado por Camacol, algunos precandidatos a la Presidencia de la República reaccionaron a la reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de incluir al presidente Gustavo Petro y a algunos miembros de su entorno en la denominada Lista Clinton. Los aspirantes coincidieron en que la medida representa una señal de alarma con implicaciones políticas y económicas para el país.
El primero en pronunciarse fue Mauricio Lizcano, quien calificó el hecho como “un problema de Estado” que debe manejarse con responsabilidad institucional.
“Esto ya no es un problema político que alegre o entristezca a algunos. Es un asunto que afecta la credibilidad del país, el 30 % de nuestras exportaciones y más de un millón de empleos en sectores como el café, las flores y el petróleo”, señaló Lizcano.
El precandidato insistió en que el presidente Petro debe “actuar como jefe de Estado e intentar desescalar el conflicto diplomático” y advirtió que la inclusión en la lista “compromete la dignidad presidencial y la imagen de Colombia ante el mundo”.
Por su parte, Juan Carlos Cárdenas sostuvo que el ingreso de Petro a la Lista Clinton “representa un reto para recuperar la honorabilidad y la majestuosidad de la Presidencia”.
Esta es una sanción personal al presidente y a su entorno, pero las consecuencias recaen sobre el país. Hay que separar las diferencias políticas del interés nacional
dijo
Cárdenas afirmó además que la medida se suma a una serie de “errores calculados” del Gobierno y criticó el gasto de recursos públicos en la consulta interna del Pacto Histórico, que —según señaló— podría haberse destinado a programas de vivienda.
El economista y exministro Mauricio Cárdenas advirtió sobre las repercusiones financieras del anuncio estadounidense.
“Las personas incluidas en esa lista contaminan a quienes hacen transacciones con ellas. El sistema financiero está obligado a cerrarles las cuentas. No es discrecional”, explicó.
Cárdenas agregó que esta decisión refleja “la desconfianza de Washington ante posibles vínculos con el narcotráfico” y consideró que el episodio “demuestra la necesidad de pasar la página y reconstruir las relaciones con Estados Unidos”.
El exministro reveló que, junto con otros empresarios, envió una carta al expresidente Donald Trump para pedir que no se impusieran sanciones económicas al país.
El mensaje fue claro: una cosa es Gustavo Petro y otra es Colombia
afirmó.
A su turno, el senador Mauricio Gómez Amín calificó la situación como “una consecuencia de los errores del actual Gobierno” y llamó a la unidad nacional.
Ver a un presidente colombiano en esa lista es triste, pero son las consecuencias de sus actos. Lo importante ahora es que la democracia se encargue de corregir el rumbo
indicó.
El dirigente liberal señaló que el país necesita “retomar la autoridad y la credibilidad institucional” y advirtió que el proyecto de sometimiento que busca la excarcelación de miles de reclusos “podría estar vinculado a intereses políticos de cara a las elecciones de 2026”.
Finalmente, la senadora María Fernanda Cabal afirmó que el caso afecta directamente la reputación del país y criticó duramente la gestión del presidente Petro.
“Así estemos felices de que lo castiguen, todo lo que suceda contra un mandatario afecta a Colombia. Petro encarna el espíritu del anarquista y del odiador, pero no podemos olvidar que llegó al poder porque muchos le creyeron su narrativa”, expresó.
Cabal hizo un llamado a “reivindicar el valor del trabajo, la empresa y el esfuerzo personal”, y sostuvo que “el Estado no puede seguir premiando a los criminales ni castigando a los ciudadanos productivos”.
El debate, que reunió a los principales precandidatos en Barranquilla, se centró en los efectos políticos, económicos y diplomáticos que podría tener la inclusión del presidente en la Lista Clinton, así como en la necesidad de preservar las relaciones bilaterales con Estados Unidos y proteger los sectores productivos del país.