Veinticinco casas de los sectores 'El Tapón' y 'El Hueco' en el municipio de Bello fueron demolidas por estar 7 en riesgo de colapso y 18 ser usadas para venta y consumo de drogas.De acuerdo con la Policía, a las siete familias que habitaban allí se le dará un subsidio de arriendo por 3 meses y 2 propietarios más recibirán subsidio de compra.Lea aquí: Reapertura de gimnasios reactivará 10.000 empleos en el Valle de Aburrá Sobre la demolición de los predios, el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá dijo que “las viviendas usadas para la venta de alucinógeno eran del grupo ilegal ‘El Mesa’, responsable de homicidios, desplazamientos y otros delitos y hacían parte de la lista de 100 propiedades que ocuparon con fines de extinción de dominio la Fiscalía y la Policía a cabecilla de ese grupo delincuencial”.En los predios de dichas casas demolidas serán construidos por la Alcaldía espacio público con un gimnasio al aire libre, huertas comunitarias y labores de ornato.
Veedurías culturales denunciaron la aprobación para la demolición de los dos Hornos Hoffman, más conocidos como las antiguas ladrilleras o chimeneas que quedan en Itagüí.Estos hornos, donde se produjeron muchos de los ladrillos rojos con los que se empezó a construir Medellín y el Valle de Aburrá entre 1820 y 1825, están ubicados en el sector Viviendas del Sur.Defensores del patrimonio arquitectónico aseguran que tienen un gran valor cultural, por lo que pedían que se revisaran la estructura para ser restaurada y protegida, sin embargo serán demolidos.Juan Luis Isaza es el director de la Fundación Ferrocarril de Antioquia y explicó la importancia de estas chimeneas.“Los hornos Hoffman tienen un altísimo valor patrimonial, sin embargo, sin evidencias de ese pasado industrial pues los propietarios de ese lote podrán demolerlos”, dijo Isaza.Sin embargo, la demolición de estas antiguas estructuras es posible y legal, pues los hornos nunca se declararon como patrimonio por parte del municipio de Itagüí, ni del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.Según explicó Juan Carlos Mejía, funcionario de la alcaldía de Itagüí, en el 2019 se realizaron visitas técnicas a los hornos que resultaron en una recomendación para proteger las chimeneas de un posible desplome de la estructura, lo que no se traduce en su protección patrimonial.Mejía dijo que según varios estudios, restaurar los hornos costaría más de 30.000 millones de pesos, por lo que no es viable.El terreno le pertenece a la constructora Conconcreto que ya tiene licencia para construir allí el proyecto urbanístico de vivienda llamada Zanetti, un conjunto residencial de 672 apartamentos en cuatro torres.BLU Radio intentó comunicarse con la Constructora Conconcreto para conocer la fecha de demolición de los hornos, pero no fue posible.
Para convertir la sede principal del Colegio Camacho Carreño de Bucaramanga en una institución de jornada única, era necesaria su demolición.El proceso se cumplió en los primeros meses de 2019, sin embargo, desde el pasado mes de abril el terreno permanece encerrado y la maquinaria paralizada.Según explicó la secretaría de educación de Bucaramanga, la destrucción estuvo a cargo de la Unión Temporal MEN y a la fecha, la firma GMP que recibió la obra avanza en la solicitud de la licencia de construcción.Los estudiantes, aunque fueron reubicados en la sede B del mismo colegio, dicen que no ven esperanzas en que el proyecto termine a tiempo para recibir clases en un más cómodo y con todas las alternativas de estudio.“Teníamos la esperanza de que recibiéramos clases cómodamente, pero eso no ha sido así, pese a arreglos hay muchas faltas de espacios que los estudiantes no podemos aprovechar e indigna como estudiantes”, dijo Edward Salazar, estudiante de undécimo grado.Le puede interesar: Denuncian graves retrasos en la construcción de nueve colegios en SantanderAsegura el estudiante que hay asignaturas en las que necesitan práctica y no las reciben.“Desde que tengo memoria no hemos tenido práctica de química solo teoría”, indicó Salazar.Para Angie Agrego, estudiante de décimo grado, los espacios son reducidos, “mucha demora para entrar al restaurante no tenemos una buena entrada, el espacio es pequeño para la cantidad de estudiantes”.Al respecto, la secretaría de educación de Bucaramanga confirmó inversiones por $43 millones para adecuar la zona deportiva.El colegio Camacho Carreño de Bucaramanga hace parte de las 22 instituciones educativas que se reconstruirán y adecuarán a través del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa en Santander, cuyas obras avanzan desde hace cuatro años a paso de tortuga.
Sobre la calle 76 #2-60 este, en medio de los cerros orientales de Bogotá, este miércoles inició la demolición de un edificio que la Constructora Kaysser estaba levantando en el predio Bambú, terreno declarado reserva forestal. Junto a viviendas y mansiones, esa edificación era solo una más de las obras levantadas de manera ilícita en esa zona montañosa, protegida por una sentencia del Consejo de Estado que prohibió el levantamiento de cualquier tipo de construcción allí.La que inició este miércoles es, además, la primera demolición en Colombia de una construcción de esas características, por orden de una autoridad ambiental, un proceso que tardará cerca de cuatro meses.Según contó el director de la CAR, Néstor Franco, la demolición tardará cerca de cuatro meses pues se efectúa de manera manual, con ayuda de maquinaria pesada, en un método que busca un bajo impacto para el ecosistema.“Se evaluó la posibilidad de hacer la implosión, pero se corría el riesgo de que se generaran deslizamientos o afectaciones a las zonas aledañas”, explicó Franco, quien detalló que la demolición abarca 3.500 metros de construcción que, de manera ilícita, se habían levantado en el corazón de los cerros de Bogotá.“Nos lleva más días, pero afectamos de menor manera el ecosistema”, agregó el funcionario al recordar que había ordenado el inicio de este proceso desde el año 2016 en primera instancia, antes de dos años de puja jurídica que al final reafirmó a la sentencia del Consejo de Estado que protege esa región.
Del 15 al 19 de abril, los comisionados de la CIDH estuvieron en Bogotá y siete departamentos del país. Esta visita tuvo dos enfoques, iniciando por la implementación del acuerdo de paz de 2016 y la seguridad ciudadana.“La última visita en Colombia de 2012 se basó en la firma del Acuerdo de Paz. Colombia es un país caracterizado por la violencia, pobreza y desigualdad en algunas regiones, y la transmisión socioeconómica es compleja por la discriminación de clases y el racismo”, expresó la presidente de la CIDH, Roberta Clarke.Además, los comisionados apuntan que el acuerdo de paz marcó un cambio y que estuvo centrado en el abandono de armas, la justicia transicional y dejar las economías ilegales, pero estas acciones no suponen una sociedad más justa e incluyente.Por otro lado, el relator de Colombia ante la CIDH, José Luis Caballero, expresó que se han excluido a pueblos indígenas, comunidades negras, afros y palenqueras. Además, que paralelamente el patriarcado ha creado una sociedad que subordina mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGBTI.Conclusiones de la visita de la CIDH a Colombia:1. Llamar al Estado para que desarrolle políticas que garanticen el acceso pleno y disminuya la desigualdad, además de fortalecer su presencia en el territorio.2. El ejecutivo debe proteger la vida e integridad de las comunidades y personas en esos territorios donde se decretaron cese al fuego y seguir la ruta establecida en el acuerdo de paz.3. Llama al Congreso de la República a priorizar el debate constructivo y los consensos para estudiar la reforma a la ley de víctimas.4. Exhorta a la Fiscalía y entes judiciales para juzgar a los autores materiales e intelectuales de delitos en contra de los DD.HH.5. La CIDH confía en que el Estado y la sociedad en conjunto pueden lograr avanzar en las transformaciones para alcanzar la paz y alcanzar la vigencia de los DD.HH en Colombia.Por último, la CIDH se pronunció frente a los ataques del presidente Gustavo Petro a la prensa y dijo que se debe garantizar la libertad de expresión y que bajo ninguna circunstancia se ponga en riesgo a los periodistas con estigmatizaciones.
Las lluvias no han sido suficientes para salir de la zona de riesgo en los embalses en Colombia. Por esa razón, el Ministerio de Minas y Energía y la Creg publicaron para comentarios un mecanismo de incentivo para el ahorro y uso eficiente de la energía, en el cual se fijará un nivel de referencia para que quienes consuman más kilovatios paguen un 30 % adicional al monto final.La decisión se toma tras el reporte de las variables del Sistema Eléctrico Nacional. Hay una generación en el Sistema Interconectado Nacional de térmicas en un 48.2 %, hidráulicas en un 41.6 % y fuentes no convencionales de energía en un 5.7 %. Así mismo, se informa que el nivel de los embalses se encuentra en 28,5 %.De acuerdo con el ministro de Minas, Andrés Camacho, esta medida busca evitar que haya un despilfarro de energía. Además, confirma que quienes consuman energía por debajo del nivel de referencia tendrán incentivos que saldrán de los recursos de quienes no cuiden el ahorro energético.Otras estrategias entregadas hablan de la entrada en operación de parques solares que aportarán energía renovable. Uno de ellos, y que fue recientemente aprobado el proyecto, es del Parque Solar Planeta Rica en Córdoba y que aportará cerca de 19.9 MW (megavatio). Así mismo, se confirma que entran a operar el Parque Solar Guamo de 9.9 MW y Abo Wine Renovables Proyecto 9, con 9.9 MW. En conjunto, estos sistemas de energía renovable aportarán 39.7 MW de energía renovable adicional.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, se reunió con el alcalde de Medellín para ver trabajar en temas del futuro energético del país, pero sobre todo para hacer claridad sobre una posible intervención del Gobierno Nacional a Empresas Públicas de Medellín."Lo ratifico nuevamente, no tenemos ninguna intención, venimos aquí a trabajar conjuntamente para superar esta condición climática que estamos viviendo. EPM es muy importante y lo que estamos buscando es la coordinación directa, cercana de todo lo que EPM pueda aportar en este momento al sistema energético nacional", explicó el ministro Camacho.Sobre su tarea en la capital de Antioquia, Camacho indicó que está atendiendo el monitoreo y el seguimiento de la situación energética del país.Además, insistió en repetidas ocasiones que el compromiso de EPM y el Gobierno Nacional es trabajar conjuntamente para avanzar en este momento de la crisis climática y que especialmente ha afectado a Colombia.Ante estas claridades dadas por el Ministerio de Minas y Energía, el alcalde Federico Gutiérrez manifestó que lo importante es que haya una explicación por parte del Gobierno Nacional."Lo que hemos entendido es que el ministro ha aclarado justamente que hay un trabajo conjunto, que básicamente no estarían pensando en esto, y pues encontramos esto de forma razonable, entendiendo que no existiría ninguna justificación, ni técnica ni jurídica para una intervención", aseguró el mandatario.Sobre las conclusiones de la reunión, el ministro Camacho le pidió a Gutiérrez y EPM que se reactiven las mesas de conversación con las comunidades aledañas a Hidroituango y que así se logre consolidar el proyecto eléctrico.
La gran mayoría de los colombianos ya tiene un celular y la carga de estos dispositivos se convierte en una necesidad imperante. Es aquí donde las costumbres y buenas prácticas sobre cómo cargarlos entran en juego. Si bien la cantidad de energía que gasta tener el cargador del teléfono móvil siempre enchufado a la corriente es muy poca, hay varios factores a tener en cuenta:El tipo de cargador: Los cargadores modernos generalmente consumen muy poca energía cuando no están en uso, ya que están diseñados para entrar en modo de espera. Sin embargo, algunos cargadores más antiguos pueden seguir consumiendo energía incluso cuando no están cargando un teléfono.El estado del cargador: Si el cargador está conectado a la corriente pero no está conectado a un teléfono, seguirá consumiendo una pequeña cantidad de energía. Sin embargo, si el cargador está conectado a un teléfono que está completamente cargado, no consumirá energía adicional.El tiempo que el cargador está enchufado: Cuanto más tiempo esté el cargador enchufado, más energía consumirá.En general, se estima que un cargador de teléfono móvil típico consume entre 0,5 y 2 vatios cuando está enchufado pero no está en uso. Esto significa que si deja el cargador enchufado las 24 horas del día, los 365 días del año, consumirá entre 1,2 y 4,8 kWh de electricidad por año.A primera vista, esta cantidad de energía puede parecer insignificante. Sin embargo, si se tiene en cuenta que hay millones de cargadores de teléfonos móviles enchufados en todo el mundo, el impacto ambiental puede ser significativo.Aquí hay algunos consejos para reducir el consumo de energía de los cargadores de teléfonos móviles:Desconecte el cargador cuando no esté en uso: Esta es la forma más sencilla de reducir el consumo de energía.Use un cargador de bajo consumo: Hay disponibles cargadores de bajo consumo que utilizan menos energía cuando no están en uso.Apague el interruptor de alimentación: Si su regleta de alimentación tiene un interruptor de alimentación, apáguelo cuando no esté usando sus dispositivos electrónicos.Considere usar un cargador solar: Los cargadores solares son una excelente opción para cargar sus dispositivos electrónicos de forma sostenible.
Este viernes, en Voz Populi hablamos de los diferentes temas políticos nacionales e internacionales más importantes acompañados del humor característico de cada uno de nuestros personajes en el programa.